“Estaba muriendo pero como no vieron sangre no creyeron”. Esta dolorosa afirmación es una de las tantas realidades que viven, sienten y sufren miles de jóvenes en el mundo. Y es el resultado de un compartir sincero, abierto y real de 400 adolescentes que el mes pasado realizaron la experiencia de “Scholas Ciudadanía” en la ciudad de Mar del Plata. Un proyecto que lleva a cabo la organización internacional Scholas Occurrentes con el fin de hacer realidad la cultura del encuentro. Pensar el concepto “ciudadanía” hoy más que nunca implica considerar el derecho de hablar y ser escuchado, a ser visible en la sociedad, que equivale a existir socialmente, tanto en el terreno de lo individual como de lo colectivo.
El objetivo principal de “Ciudadanía” es que los jóvenes de diferentes escuelas, tanto públicas como privadas y de distintos estratos socioeconómicos, puedan identificar una problemática en común, aquella que les afecta a todos.
En Mar del Plata, entre las múltiples propuestas, acordaron dos en particular: la salud mental y la violencia. Así, durante los seis días que dura la experiencia, los adolescentes provenientes de 40 escuelas compartieron la presión social en la que viven, los juicios que los padres hacen sobre ellos y cómo se menosprecia lo que les pasa. Evaluaron las causas y tuvieron encuentros con otros ámbitos de la sociedad.
Visitaron una universidad, un juzgado, entrevistaron a pares de la zona para saber si lo que sentían era compartido por otros jóvenes y para eso hicieron un relevamiento de 956 chicos marplatenses. Pudieron entrevistar además a profesionales de la psicología, una doctora en filosofía especializada en el trabajo con las emociones y también escucharon la problemática desde la perspectiva de los padres, como el caso de una mamá cuyo hijo se había suicidado.
Luego se reunieron en comisiones para buscar soluciones y concluyeron que necesitaban espacios de escucha y contención. Un lugar donde puedan canalizar todo aquello que los atraviesa cotidianamente, donde haya actividades recreativas, constituidas por ellos, donde puedan encontrar un ambiente seguro, libre y de concientización. “Sentarse, hablar, explicar lo que pasa, tratar de buscar una solución entre todos es lindo, porque realmente queremos lograr un cambio”, dijo una de las participantes. Mientras que otra afirmó que esta experiencia “nos da las ganas y las fuerzas para poder decir lo que queremos y nos demostró que valemos porque nos permite conocernos y expresar las emociones”.
Para darle una solución concreta a las problemáticas planteadas, los jóvenes presentaron el proyecto: “Nosotros para nosotros”, cuyo nombre se debe a que los principales destinatarios son ellos mismos. El proyecto consta de una estrategia, un contenido, acciones concretas y necesidades para llevarlo a cabo que involucra a toda la comunidad.
En los últimos cuatro años, la experiencia de Scholas Ciudadanía fue vivida por más de 25 mil jóvenes de países tan diversos como: Paraguay, Colombia, México, Argentina, Brasil, Perú, República Dominicana, Haití, Honduras, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Palestina, Cuba, Estados Unidos, Italia, España, Portugal y Mozambique. Ellos eligieron y crearon soluciones para problemas como las carencias del sistema educativo, la discriminación, los estereotipos, el bullying y el cyberbullying, el suicidio juvenil, la contaminación ambiental, la inseguridad, la falta de oportunidades, la desocupación juvenil y la indiferencia.
En la implementación de estos resultados se involucran directivos, docentes y educadores voluntarios de todo el mundo, con el apoyo de gobiernos, organismos internacionales, comunidades religiosas, fundaciones y empresas.
En Mar del Plata, asistieron al cierre de esta experiencia más de 800 personas que llenaron el Teatro Auditorium. Entre ellas el director mundial de Scholas Occurrentes, José María del Corral, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, la representante de CAF - Banco de Desarrollo de América Latina en Argentina, Patricia Alborta y el obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre. Además, legisladores, funcionarios, empresarios y educadores, que se sintieron interpelados y comprometidos a hacer realidad este proyecto.