CONVIVENCIA RELIGIOSA PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL ISLAMICO-CATOLICO

Apuesta a la libertad de credos

Por: María Montero

Las jornadas fueron organizadas por el Instituto de Diálogo Interreligioso, la Organización Islámica para América Latina y la Organización Islámica para la Educación, la Cultura y las Ciencias. Se convino al fin en crear ámbitos de trabajo en común.
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Con el objetivo de promover la cultura y un diálogo interreligioso que perdure en el tiempo, líderes religiosos y representantes académicos celebraron, el mes pasado el 1o Congreso Internacional islamo-católico de la Argentina.
Las jornadas fueron organiza- das por el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), la Organización Islámica para América Latina y la Organización Islámica para la Educación, la Cultura y las Ciencias (ISESCO), con el apoyo del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, representado por el cardenal Jean Louis Tauran (conocido por haber anunciado al mundo la elección del papa Francisco).
La apertura estuvo a cargo de los organizadores y del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, quienes intentan impulsar desde Argentina, para el resto del mundo, la plena libertad de todos los credos y un ámbito de trabajo en común.
“Quisimos comenzar aquí –declaró Othman Altwaijri, director de ISESCO-, porque este país es abierto al diálogo, entiende que nadie es superior a otro y que las religiones tienen que trabajar juntas para lograr la tolerancia, la buena educación, el respeto por las diferencias de idioma, razas y religiones”.
Omar Abboud, del IDI, afirmó que en los últimos años, Argentina pudo generar espacios de diálogo interreligioso como un rasgo de su identidad nacional.
“La construcción de estos espacios –puntualizó- está basada en la plena libertad religiosa que existe en el país, así como la voluntad de la mayor parte de las confesiones de seguir este camino”.
Por su parte, el arquitecto Muhammad Hallar, secretario general de la Organización Islámica para América Latina, señaló: “Sabemos que el diálogo es el camino a seguir para quienes anhelamos un mundo mejor para las futuras generaciones, pero también es nuestra intención mostrar cuál es el verdadero rostro del Islam, una doctrina de paz y hermandad con todos los seres humanos”.
En este sentido, el cardenal Tauran opinó que “los conflictos que están pasando en el mundo son una humillación para toda la humanidad”. Y que la crisis mundial que existe es fundamentalmente cultural “por no haber sido capaces de transmitir a los jóvenes valores que les permitan enfrentarse a un mundo tan complejo”.
“El desafío no es sólo para el Islam –apuntó Altwaijri-. Todos fuimos creados por Dios, lo que es diferente son las manifestaciones de cada religión, pero los asuntos comunes como el terrorismo, el hambre, la pobreza, las migraciones y los desentendimientos presentes en los países, hace que debamos trabajar juntos en favor de la paz”.
A lo que Tauran respondió que esa era la razón por la que Francisco venía alentando desde hace tantos años la cultura del encuentro. “Vivimos en un mundo donde la religión llegó a ser muy importan- te y como personas de fe tenemos un compromiso concreto de mayor solidaridad”, advirtió.
Además de las sesiones propias del congreso, se realizaron encuentros especiales de trabajo.
Al finalizar se redactaron dos documentos con las conclusiones, donde los participantes manifestaron su empeño en promover valores morales comunes, propiciar una cultura de paz y respeto por el derecho a la vida, reconocer el patrimonio religioso y cultural de los pueblos del mundo y condenar cualquier acto de violencia o persecución.