El bendito mes de Ramadán dedicado al ayuno -noveno del calendario lunar islámico- se inició el 1 de agosto.
Así, el musulmán busca incrementar su paciencia y autocontrol para dominar su ego, cumplir sus responsabilidades y tener paciencia ante las dificultades. También, compartir el dolor de los necesitados y ser más solidario y caritativo. El ayuno es además una purificación del cuerpo y del espíritu procurando la protección de Dios. Deben abstenerse de ingerir comida, bebida o fumar y no tener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta su puesta, evitando malos pensamientos y realizando buenas acciones. El ayuno es uno de los cinco pilares del Islam, junto con la profesión de fe, la oración, la limosna y la peregrinación a La Meca. Cuando finaliza el mes de Ramadán se realiza la fiesta del desayuno, Id Al Fitr. Sólo se exceptúa a niños, enfermos, ancianos débiles, viajeros, embarazadas, entre otros casos.