ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

El atinado Sínodo sobre la Amazonía

Por: P. Guillermo Marcó

Una iniciativa de Francisco. En la asamblea de obispos la Iglesia afrontó con coraje los desafíos religiosos y ambientales de la región respetando la cultura de sus pueblos, aunque no faltaron críticas desafortunadas
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Cada vez que el Papa Francisco plantea una iniciativa causa revuelo. Esto es lo que pasó con el reciente Sínodo de la Amazonía. ¿Que motivó esta reunión? Estaba prevista mucho antes de que la Amazonía ardiera en llamas hace unos meses. Por lo tanto, no fue oportunista, sino que intentó reflexionar sobre la realidad de una región que involucra a nueve países y que constituye uno de los últimos habitantes naturales del planeta.
antes naturales del planeta. La Amazonía ve amenazada su existencia por el avance de factores depredatorios que ya sufrimos el resto de los países. Hace 20 años, cuando comencé a misionar en el Chaco, recorría caminos bordeados de bellísimos montes, con lapachos enormes y florecidos que se destacaban en altura, había diversidad de aves y, de vez en cuando, se veían pequeños monos balanceándose por las ramas. Dentro de los montes había pequeñas chacras de entre 20 y 50 hectáreas de los pobladores del lugar, destinadas a la siembra y el pastoreo de animales. He visto las topadoras arrasar con todo en nombre del progreso y con el silencio de polítcos en áreas que estaban protegidas para permitir el monocultivo de la soja. Después de retirar las maderas más valiosas, el resto simplemente se quemaba.

En la Amazonía viven aún una diversidad de pueblos nativos que no depredan los recursos, pescan en los ríos, comen los frutos de los árboles y, si crian animales, lo hacen en corrales que no alteran el ritmo de la selva; ella sigue siendo su santuario del cual se sienten parte, no dueños.

En el 2016 me tocó participar en un encuentro del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en Bogotá, Colombia. Allí conocí a un obispo peruano cuya Diócesis estaba en la Amazonía. Su díficil tarea se desarrollaba entre poblados en medio de la selva a los que llegaba en lanchones y tras caminar luego durante varias jornadas.
Los incendios de este año se desataron justamente por el avance sistemático de las áreas sembrables. Los pueblos originarios, en primer lugar, y los animales pierden su hábitat natural ante la colonización de la tierra y los intereses del mercado. El Papa reunió en octubre en Roma a integrantes de esos pueblos, expertos en medio ambiente, y a obispos del lugar para reflexionar sobre esta acusiante amenaza a nuestra casa común. Es en este contexo que se habló de un tema que levantó polvareda: la posibilidad de ordenar hombres casados de estas comunidades aisladas y remotas para que sean sacerdotes en sus comunidades.

Otro tema que causó escándalo fue la presencia del Papa en una ceremonia donde había una imagen de la Pachamama. En tiempos de diálogo interreligioso, ¿qué tiene de malo respetar el culto de los pueblos originarios? Respetar no significa adherir. Respetar al otro que cree diferente no significa que no pueda proponerle mi fe o que renuncie a ella. La Iglesia ya pidió perdón por los tiempos en que los colonizadores robaron, esclavizaron e impusieron la fe cristiana. Quizás algunos cristianos se sientan más cómodos con estas maneras de imponer la fe, denigrando las creencias del otro. Yo no veo en Francisco otra actitud más que la de un sincero respeto por todo hermano, aunque su fe sea diferente. Es importante entender los contextos de las cosas, como dijo Francisco, para “no quedarnos con ‘cosita’ y reducir el análisis de situaciones complejas a detalles anecdóticos.