Islámicos. Desafíos y oportunidades en el mes sagrado

El comienzo de un nuevo Ramadán

Por: Firas Elsayer (Centro Islamico de la Rep Arg)

Evoca el tiempo en el que fue revelado el Corán como guía para la humanidad. Son días de profunda reflexión para los musulmanes.
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Dice el Corán: “En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio…” (Sura 2, aleya 185). Dice también en la siguiente aleya 186: “Y si Mis siervos te preguntan por Mí [¡Oh, Muhammad!, diles] ciertamente estoy cerca de ellos. Respondo la súplica de quien Me invoca. Que me obedezcan pues, y crean en Mí que así se encaminarán”.

El Ramadán, mes sagrado en el que se practica el ayuno diario desde el alba hasta el ocaso, ha comenzado esta semana encontrando a la humanidad frente a nuevos desafíos, oportunidades y amenazas. 1450 años han pasado ya desde aquel hito histórico que marca el comienzo de la revelación del Generoso Corán al “último de los Profetas y Mensajeros” conocido en la Europa medieval como “Mahoma” pero que llevaba el nombre de “Muhammad Ibn Abdullah”.

Muhammad, descendiente de Abraham, a través de su hijo primogénito Ismael, fue un Profeta para toda la humanidad. Le fue revelado el “último Libro” y un “Gran Pueblo” sigue sus aleyas (ar. Ayat) y sus suras (ar. alsura), y se cuentan por millones en cada uno de los 57 países del mundo donde su mayoría es islámica.

¿Acaso ser la forma de vida cotidiana de una quinta parte de la humanidad no representa un motivo de curiosidad al menos para una mente inquieta? Hoy en día, además, es la religión más dinámica según propios y detractores.

El desafío se encuentra en cada uno de nosotros y en la humanidad misma de cómo reaccionamos para solucionar el nivel de pobreza, las carencias en educación, la integración social y el equilibrio de la riqueza. La justicia en su amplio sentido, esa que no entiende de opresión ni de bajezas humanas.

Una aleya siguiente a las mencionadas sobre las normas del mes de Ramadán dice: “No devoréis vuestros bienes injustamente unos a otros, ni sobornéis con ellos a los jueces para devorar ilegalmente la hacienda ajena a sabiendas”.

La humanidad de la cual forman parte los musulmanes, la cual integran procurando el máximo desarrollo y crecimiento junto a sus semejantes, tiene esos desafíos y muchos otros. Algunos de ellos van derivando por sus postergaciones y modos en que se los enfrenta, afectado al “cuidado de la Casa común” (encíclica Laudato si), y hoy son amenazas para toda la humanidad, sean musulmanes o no musulmanes por igual. Así es como el peligro que representa el terrorismo en sus diversas formas (organizaciones, medios, estados), el narcotráfico (mafias de producción, tráfico, distribución, persuasión política), la destrucción del medio ambiente (agua, aire, suelo) son amenazas serias para la sustentabilidad, la soberanía de los estados y su independencia. En suma, su futuro.

Hoy, el Corán representa una guía y un camino genuino para el creyente que se encuentra afligido. El alivio consiste en volver a las escrituras sagradas, las palabras más claras, firmes e infalibles que son las que provienen de Dios, el Todopoderoso. De otra manera la humanidad va a continuar en acciones sin el efecto deseado.

Ramadán es también un tiempo de reflexión para el hombre, de rever nuestros actos, de arrepentirnos sinceramente a Dios, de volver a su camino. Las acciones concretas de tender puentes de diálogo, mutuo conocimiento y enriquecimiento en la sabiduría, sin duda, fomentan la cultura del encuentro y construyen un mundo en paz.

Algunos hombres intentan tergiversar los conceptos esenciales y distraernos de lo importante. Como civilización humana debemos desear a nuestros semejantes lo que deseamos para nosotros mismos (como expresó el Profeta de la “Misericordia”, el Mensajero Muhammad y el Mesías Jesús hijo de María) o nos hundiremos en un período que ideológicamente prioriza el rencor sobre el perdón. Estamos en un punto de inflexión que marca una nueva etapa en nuestra historia.

Dijo el Profeta Muhammad: “Ciertamente he sido enviado para completar las buenas costumbres”.

Oraciones, clases y TV

Durante el Ramadán, que comenzó el 6 de junio y finalizará el 6 de julio, la Mezquita Al Ahmad (Alberti 1541, en el barrio porteño de San Cristóbal) ofrecerá un programa de clases y oraciones especiales con recitadores de diferentes lugares del mundo islámico. Para acompañar el ayuno, propio de este mes, el programa El Cálamo, que se transmite habitualmente por la TV Pública, emitirá una edición especial los sábados y domingos de 5.30 a 6.30. Además, el Centro Islámico de la República Argentina continuará con su curso sobre científicos y pensadores del Islam. Para informes e inscripción: 4931-3577, int. 102 y 104, o en www.islam.com.ar.