El rango y la importancia que el Islam da a Jesús, el Hijo de María, es singularmente especial. Esto se debe a que en la tradición islámica, tanto la Virgen María (Mariam en árabe) como Jesús, tienen un rol fundamental, y forman parte de la creencia de la fe.
El musulmán que niega la virginidad de María o que no cree en Jesús, deja de serlo ya que el Corán, en diferentes capítulos o “Suras”, y también en numerosos relatos de la Sunnah (tradición profética) hace clara mención de que es considerado uno de los eminentes Mensajeros que Dios envió a los hombres.
El Libro Sagrado, en el capítulo “María”, afirma que el nacimiento de Jesús fue milagroso y ella es considerada la mejor mujer, la más pura de la creación.
El Corán señala: ”…y cuando dijeron los ángeles: María, Dios te ha elegido, te ha purificado y te ha escogido entre las mujeres de la creación. María, dedícate por entero al servicio de tu señor y póstrate e inclínate con los que se inclinan … Cuando dijeron los ángeles: María, Dios te anuncia una palabra procedente de él cuyo nombre será: ‘el Mesías, Jesús hijo de María; tendrá un alto rango en esta vida y en la última y será de los que tengan proximidad. Hablará a la gente en la cuna y siendo adulto y se contará entre los piadosos. Dijo (María): señor mío, ¿cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado? dijo: así será, Dios crea lo que
quiere; cuando decide un asunto dice: sea y es”. (sura 3, aleyas 42/47) Jesús, en el Islam al igual que fue creado Adán, fue creado por el mismo, el Uno y Único, el todopoderoso que creó a Adán sin padre. Así lo menciona el Corán: “Verdaderamente Jesús, ante Dios, es como Adán. Lo creó de tierra y luego le dijo: sea y fue… “(sura 3, aleya 59)
Según dice el Libro, durante su misión, Dios le otorgó milagros y explica que Jesús dijo: “he venido a ustedes con un signo de vuestro señor. Voy a crear para ustedes, a partir del barro, algo con forma de ave. Soplaré en él y será un ave con el permiso de Dios y sanaré al ciegoy al leproso y daré vida a los muertos con el permiso de Dios”. (sura 3, aleyas 49).
Ni Muhammad ni Jesús vinieron para cambiar la creencia monoteísta en Dios, creencia también predicada por los anteriores Profetas. Ellos confirmaron a Dios como
única divinidad. El Corán informa que Jesús dijo: “Soy un confirmador de lo que había antes de mí en la torah y os haré lícito parte de lo que se os prohibió. He venido a ustedes con un signo de vuestro señor. Así pues, temedle a Dios y obedecedle” (sura 3, aleyas 50).
Y dijo el profeta Muhammad: “Quien crea que Dios es el único con derecho a ser adorado, carente de socio, y Muhammad es su mensajero, que Jesús siervo y mensajero de Dios, su palabra depositada en María y un espíritu procedente de él, y que el paraíso es verdadero y el infierno es verdadero, será admitido por Dios en el paraíso”.
Los musulmanes creen que Jesús está vivo, no habiendo sido crucificado y que va a regresar en el final de los tiempos a enfrentar, junto a los musulmanes, al Falso
Mesías (Masij Al Dayyal).
Su descenso es en una determinada zona de Damasco, actualmente Siria. Este evento es considerado uno de las señales mayores de la hora Final, cercana al Día del Juicio. Hoy en día, cristianos y musulmanes, que en número son mayoría en el mundo, saben que finalmente, con la segunda llegada de Jesús, se aclararán muchas cuestiones que la humanidad aun no acepta * Centro Islámico de la República Argentina