Era marzo de 2013, a pocos días del inicio del pontificado de Jorge Bergoglio, y el papa Francisco sorprendió a monseñor Hesayne con un llamado telefónico, que el prelado definió como una charla amena y de amigos.
“Me habló el papa Francisco por teléfono. Me llamó dos veces. La primera no me encontró y me dejo dicho en el contestador que me llamaría más tarde, y así fue”, contó en aquel momento.
Monseñor Hesayne, que reside en la sede central del Instituto Cristífero, en la ciudad bonaerense de Azul, destacó: “Me habló como siempre me hablaba como un amigo habla con su amigo y hasta bromeando”.
“Oremos todos por él como se lo prometí, en nombre propio y de todos ustedes”, pidió entonces.
Fuente: AICA