Miércoles 22.03.2023

ISLAMICOS - autor: Fethullah Gulen

El Islam es la no violencia

El autor señala que el Profeta Muhammad fue un ejemplo de resistencia pacífica y de aliento a las acciones dirigidas a lograr la paz.
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El Islam, como la etimología  de la palabra sugiere, posee connotaciones de paz y sumisión. El Profeta Muhammad, en su descripción de los musulmanes, dice: «Un musulmán es aquel de cuya lengua y manos están a salvo sus hermanos
en la fe». Los valores que se hallan en el mismo núcleo del Islam constituyen el fundamento de la acción no violenta en la tradición. Uno de los principios más importantes de la no violencia en el Islam está contenido en el conocido dicho del Profeta «La dharar wa la dhirar», que puede ser traducido como “no hagas daño y no recibirás daño”. 
En su vida personal, el Profeta fue un vivo ejemplo. Nunca se le atribuyó una violencia física ni verbal. En sus enseñanzas, prohibió ejercer la violencia contra todas las criaturas. Aunque se defendió cuando sus seguidores y él mismo fueron atacados, hizo que la paz dominara tan pronto como fue posible, incluso a riesgo de su propia vida. 
Un ejemplo de esto es el Tratado de Judaibiya, que tuvo un gran impacto en la relación del Profeta con los idólatras. El Profeta aceptó las duras condiciones de sus adversarios con el fin de lograr la paz.
Al aceptar desarmarse para entrar en la ciudad de La Meca, se expuso a sí mismo y a sus seguidores a una situación de grave riesgo, pero lo hizo para que todos ellos pudieran llevar a cabo la peregrinación de forma pacífica. En este sentido, la acción del Profeta  fue un gran ejemplo de resistencia no violenta a la opresión de la clase dirigente de La Meca. Aunque el mensaje que transmitió no prohibía la utilización dela fuerza cuando era preciso, él nunca consideró este punto como un aspecto esencial del mismo.
El versículo coránico «La reconciliación es mejor» (4:128) constituye el fundamento de este mensaje. Este versículo hace referencia, en primer lugar, a las disputas familiares. Sin embargo, la terminología utilizada sugiere que la reconciliación es superior en todos los órdenes y niveles de la vida. Así pues, siempre que la paz era posible, el Profeta alentó todas las acciones dirigidas a lograrla. Incluso en medio de la guerra, “si (los enemigos) se inclinan por la paz, inclínate tú también, y confía en Dios” (8:61). Otro versículo coránico pide al Profeta y sus seguidores que resuelvan sus disputas mediante medios pacíficos. «Manteneos, pues, conscientes de Dios y haced la paz entre vosotros» (8:1). Un versículo similar señala que «si dos grupos de creyentes luchan entre sí, reconciliadles» (49:9). El Profeta abordó también los temas de la paz y la tolerancia en lo que respecta a las relaciones entre las personas. La paz y la no violencia van de la mano. En nuestro mundo contemporáneo, la no violencia se ha convertido en una forma importante de abordar los conflictos. Hoy en día muchos están orgullosos de fabricar las armas más sofisticadas y las mayores bombas que se emplean para matarse los unos a los otros. En una era en la que el mundo entero está familiarizado cada día más con  la violencia y la barbarie, la experiencia de la no violencia, fundada en las enseñanzas del Islam, representa la única alternativa viable. Esta vía fue seguida y practicadacon éxito, casi 100 años, por los musulmanes, que seguían al Islam en sus orígenes, y es la vía que debemos elegir para lograr un mundo de paz, en un contexto de solidaridad y encuentro.