CONOCÍA EL AMOR DE LA GENTE POR LAS PEREGRINACIONES

El padre Rafel Tello, el que tuvo la idea

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Más allá de los avatares previos a la primera edición de la peregrinación juvenil a Luján, la idea de una marcha de jóvenes al santuario de la patrona de los argentinos corresponde al padre Rafael Tello, que fue un gran experto en la promoción del cristianismo en medio de a sociedad, se cuenta en el libro “Sigamos Caminando”, de Carlos Galli, Graciela Dotro y Marcelo Mitchell, que se editó en 2004 con motivo de las 30 ediciones de la marcha.

“Tello tuvo una intuición espiritual que se hizo una convicción teológica y una iniciativa pastoral: insertar práctica y teóricamente a la juventud y la pastoral juvenil en la piedad popular peregrinando a Luján”, escribió hace unos años el actual arzobispo de La Plata, Víctor Fernández. “¿Qué mejor manera había de hacerlo que suscitar o fortalecer en los jóvenes el amor a la Madre de los argentinos?”, completó.

Tello tenía claro lo que luego diría en 1979 la Conferencia de Obispos Latinoamericanos de Puebla: que “nuestro pueblo ama las peregrinaciones. En ellas el cristiano sencillo celebra el gozo de sentirse inmerso en medio de una multitud de hermanos de hermanos, caminando juntos hacia el Dios que los espera”

En el libro se señala que solo el 26 % de los peregrinos va con un grupo eclesial, que el 30 % no está inserto en ninguna estructura eclesial y que la mayoría participa espontáneamente. El lema de las peregrinaciones estuvo casi siempre signado por la demanda de unión entre los argentinos.