El Papa Francisco está “siguiendo de cerca la noticia del terrible incendio en un edificio de viviendas en el barrio valenciano de Campanar, en el este de España, en el que ya se han perdido vidas” y asegura a todos los afectados su cercanía espiritual y su oración.
Las palabras de preocupación y cercanía del pontífice llegaron este viernes en un telegrama firmado en su nombre por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido al arzobispo de Valencia, Enrique Benavent Vidal.
En el texto, el sucesor de Pedro encomienda el alma de los difuntos a la Misericordia divina, asegura su cercanía espiritual al pueblo valenciano y a todas las familias de los afectados. Asimismo, "reza al Señor para que les otorgue fortaleza en este momento de dolor y sostenga los trabajos de extinción y búsqueda".
Con estos sentimientos, invocando la intercesión de Nuestra Señora de los Desamparados y del Patriarca San José, el obispo de Roma imparte "de corazón la confortadora Bendición Apostólica, como prenda de esperanza en Cristo Resucitado".
Entretanto, la Iglesia en Valencia desde el primer momento ofreció todos sus medios e instalaciones, sobre todo las de las parroquias vecinas, para que pudieran ayudar a los afectados.
El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha manifestado, en declaraciones recogidas en el sitio web de la arquidiócesis, que “cuando una sociedad experimenta una tragedia como la vivida -que todavía estamos viviendo porque no tenemos una idea clara del alcance humano de esta tragedia-, la Iglesia participa de los sufrimientos y las angustias de la sociedad, experimentamos el dolor que experimentan todos los valencianos, porque también nosotros, los cristianos, somos ciudadanos y miembros de esta ciudad".
Fuente: RD