- Este año los evangélicos en el país tuvieron una gran presencia pública, sobre todo a raíz del debate por la despenalización del aborto...
-El protagonismo es constante porque la iglesia se debe a la gente y la atiende conforme a las enseñanzas de Cristo no solo en el rol espiritual, sino en el mayor espectro de sus necesidades y siempre en la medida de sus posibilidades. Como la notoriedad que tuvo la defensa de las dos vidas, también es muy conocida el alto porcentaje en el trabajo de recuperación en las adictos; la presencia y compromiso con los presos y su reinserción en la sociedad o la atención de madres solteras, entre otros.
-¿Por qué ACIERA tomó distancia aquí de todo compromiso partidario a diferencia de lo que ocurrió en Brasil con Jair Bolsonaro?
-Porque uno de los pilares de la enseñanza cristiana es el libre albedrío y libertad de conciencia. Iría muy en contra de estos principios si a la feligresía se le estuviese imponiendo votar por un determinado partido político. Es por la misma razón que no hablamos de partido político confesional. Sí estamos muy de acuerdo que los evangélicos que tienen vocación política la ejerzan ya que entendemos que es otra manera práctica de llevar a la sociedad los principios y valores que proclamamos.
-Pese al rechazo en el Senado, todo indica que se lo volverán a presentar el año próximo proyectos de despenalización del aborto...
-Creemos que si el proyecto de despenalización del aborto fue rechazado el 8 de agosto después de un debate que se hizo viral en gran parte de los argentinos, no debería volver a tratarse. El paso del tiempo debemos emplearlo, no en volver a presentar un proyecto de ley de aborto ya considerado y resuelto, sino en políticas públicas cuya finalidad sea terminar con este flagelo en nuestro país.
-En el último medio siglo la cantidad de evangélicos creció fuerte en América Lartina. En nuestro país una encuesta del CONICET arrojó hace una década más de cuatro millones de fieles. ¿A qué atribuye este crecimiento?
-Como bien expresa, esa encuesta es de hace 10 años, y en ese tiempo el crecimiento evangélico fue exponencial y creo que se debe a que la gente encuentra en Jesucristo la salida a la problemática que le toca vivir y que parece mayor a medida que avanza el tiempo. El secreto no es la iglesia evangélica en sí, sino el encuentro personal con Jesucristo.
-¿Por qué tiene tanta inserción en los sectores populares?
Considero que se debe a que estamos presentes en barrios, asentamientos, en sectores marginales para ocuparnos de los más débiles ayudando a suplir las necesidades físicas, emocionales y espirituales, brindando atención médica, educación, ropa y alimentos, oficios, valores cristianos a cada hogar. Nuestra inserción no es para ganar popularidad sino para servir a la comunidad, tal como Jesús lo hizo.
-En la Argentina en el pasado la relación entre católicos y evangélicos no estuvo exenta de tensiones. ¿Los roces quedaron atrás?
-Existe actualmente una excelente relación con la Conferencia Episcopal Argentina. Hemos trabajado mancomunadamente en favor de la vida y la familia en todo el proceso que concluyó con el rechazo a la despenalización del aborto. Y mantenido reuniones para seguir trabajando en conjunto en todo lo referente a la paz social. Además, ACIERA integra el Foro de Habitantes a Ciudadanos. Y contamos con el apoyo católico para la postergadísima ley que confiera a todas las iglesias no católicas del país la personería jurídica religiosa.
-¿Cuál es la posición de ACIERA ante la educación sexual en los colegios confesionales? ¿Y acerca de la perspectiva de género?
-Estamos a favor de la Educación Sexual Integral en las escuelas tanto públicas como confesionales, siempre que la misma responda a un basamento científico, natural, de acuerdo a la edad de quien la recibe y sin avasallar la conciencia de los padres, docentes y alumnos/as. También afirmamos que debe respetarse el articulado de la ley 26150 de Educación Sexual Integral (ESI), en cuanto a que dicha educación debe darse según el ideario del establecimiento privado. Las escuelas evangélicas brindan esa educación sexual en la transversalidad de nuestros principios y valores: Ese derecho no puede ser removido ya que el Estado debe respetar la libertad religiosa y de conciencia de aquellas familias que deciden inscribir a sus hijos en las escuelas confesionales. Sí creemos fundamental, dentro de lo que se conoce como “Perspectiva de género”, no discriminar al otro, valorando su dignidad y su pensamiento, pero eso no significa que se deba adoctrinar con una determinada ideología en las escuelas públicas, sino que estas deben responder a un principio laico, es decir no religioso ni ideológico.
-Este año estuvo signado por la lucha de las mujeres por el respeto a su dignidad. ¿Se sintió alguna vez discriminada dentro del conglomerado evangélico?
Con respecto a este tema la iglesia evangélica ha avanzado mucho en estos últimos años. En lo personal, jamás me he sentido discriminada, diría todo lo contrario, siempre me han dado espacios de trabajo y desarrollo de mis capacidades.