Por: Omar Abboud
Fue concretar una visión. Rezar juntos en Tierra Santa conllevó "concretar una visión", dice Omar Abboud. Para él, Jerusalén no es sólo una ciudad, un lugar, sino un estado de ánimo. Conversamos con él antes de que partiera para Roma.
--¿Cómo fue rezar ante el Muro de los Lamentos?
--Los musulmanes lo llamamos la Pared de Burak, el lugar donde descansó un animal místico que llevó al profeta Mahoma a los cielos. Tiene una carga especial para nosotros. Rezar allí fue como con cretar una visión. Yo podría mostrar una foto idéntica, de diciembre de 2012. Es casi la misma foto, con actitudes parecidas y en otras circunstancias. Fue un rezo por la paz en la Catedral de Buenos Aires durante una escalada de violencia en Medio Oriente. El cardenal Jorge Bergoglio nos convocó a rezar por la paz al rabino Skorka y a mí, con ortodoxos y evangélicos.
--¿Algo así se dio en Jerusalén?
--Nos conocíamos, pero el encuentro en Jerusalén fue único. Es como haber estado un rato en la Jerusalén celeste. Porque Jerusalén es una ciudad y es también un estado de ánimo donde el hombre se encuentra con el hombre y –más allá de la fe que profesa- está la paz y el amor a Dios.
--¿Cuándo lo invitó el Papa?
--En febrero fuimos 45 argentinos (cristianos, judíos y musulmanes) a Tierra Santa, por el Instituto de Diálogo Interreligioso. Hicimos un recorrido parecido al que luego hizo el Papa. Y terminamos en Roma. Allí me invitó.
--¿Cómo lo vio a Francisco allá?
--Lo vi en estado de gracia. Iba con la fe del peregrino, dando lo mejor de sí. Comenzaba a las siete de la mañana y terminaba a las 10 de la noche. Nosotros estábamos cansados y él seguía entero.
--¿Y la reunión de Roma?
--Va a ser un encuentro despojado de cualquier connotación política, porque no es la función del Papa. No es una mediación, es una invitación a rezar juntos.
--¿Cuál es el sentido?
--Francisco alimenta señales de esperanza. Con independencia del resultado, es un gran gesto por la paz. Francisco es la persona con mejor imagen positiva en el mundo, y va y se mete en uno de los conf lictos más viejos. Ello revela su altísimo grado de compromiso, más allá de su persona, despojada de todo egoísmo. En Jordania, en Palestina, en Israel, se vio el amor que le tiene la gente.