Dijo Muhammad, el Mensajero de Alá: “Todos los días que el sol sale hay que realizar caridad. Establecer la justicia entre dos personas, es caridad”. Este relato exhorta a que se haga justicia entre dos partes enfrentadas, a restablecer el derecho de quien ha sufrido una injusticia, a ayudarlo a ser tolerante ante la pérdida de sus derechos y también a tener predisposición para perdonar, a fin de mantener la relación de afecto entre los creyentes. Se debe intervenir para que la persona injusta deje de serlo, recordándole el castigo de Dios, el Todopoderoso, en el Día del Juicio, el día en que “cada uno será recompensado por lo que tenga en su haber. Y no habrá, hoy, injusticia. Es cierto que Alá es rápido en la cuenta” (40:17).
También dice el Corán: “la re- conciliación es un bien” (4:128). Y respecto de la virtud de mediar entre las personas para lograr esa reconciliación, existen numerosas aleyas coránicas. Algunas de ellas dicen: “Muchas de sus conversaciones secretas no encierran ningún bien. Pero no es así quien manda dar con generosidad, actuar según lo reconocido o reconciliar a los hombres. Quien haga esto anhelando complacer a Alá, le agraciaremos con una recompensa grandiosa” (4:114), o “Temed a Alá, afianzad vuestra hermandad y obedeced a Alá y a su Mensajero, si sois creyentes” (8:1).
El Islam insta a que haya cooperación y asistencia mutua entre la gente porque es el rasgo distintivo de los Profetas y Mensajeros y la misión de los virtuosos. Quien ayuda a su hermano y lo socorre, Dios lo ayudará. La persona mejor es quien obra el bien con la gente. Y a pesar de que alguien tenga poder y riqueza en abundancia siempre necesitará de otros, porque al fin y al cabo, todos nosotros dependemos del Creador, el Señor de los Mundos. Dice Alá: “¡Oh, siervos míos! Me he prohibido a Mí mismo la injusticia y os la he prohibido a vosotros, así que no seáis injustos unos con otros”. Y en otro pasaje indica: “Ayudaos unos a otros a obrar el bien y apartarse del mal, y no cooperéis en el pecado y la trasgresión. Y temed a Alá; que es severo en el castigo” Corán (5:2). Entre las diferentes formas de caridad que generan recompensas y hacen que Alá eleve a la persona en grados, además de estar al alcance de todos, es la buena palabra, el buen consejo. También dar al hermano solidariamente algo que a uno le pertenezca. O ir en socorro de la persona apenada.
El Corán dice: “Hablar correctamente y perdonar es mejor que una caridad seguida de un agravio. Alá es Opulento, Tolerante” (2:263). En verdad todas las acciones realizadas por el musulmán para acercarse más a Dios contienen un bien. Las puertas del bien son numerosas, y Alá no deja que se pierda la recompensa por pequeña que fuera la buena obra.