Viernes 21.03.2025

LA OPINIÓN DEL PRESIDENTE DEL EPISCOPADO

“Este diálogo nos interpela ante la tentación de ponernos a la defensiva”

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El presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Oscar Ojea, destacó la actitud del Papa de escucha durante la charla con jóvenes para el programa televisivo especial “Amen, Francisco responde”. Fue en la homilía de la misa de apertura del reciente plenario de obipos realizado en Pilar. “Allí lo vemos “entrar” a Francisco en la conversación en la que chicos y chicas ya están compartiendo. El Papa se integra como uno más en la charla”, comienza diciendo. “Esa ronda de conversación -puntualiza- manifiesta un catálogo de las realidades de los jóvenes y las jóvenes. Un elenco de problemas, de heridas, de planteos, de inquietudes y de enojos con la Iglesia que encontramos muchas veces en nuestro diálogo con el mundo”.

Señala que “Francisco participa de el con un estilo humilde, que lo hace cercano, sabiendo que vivimos una cultura en la que todos gritan y nadie escucha. El Papa los escucha. Esta es una actitud profética, no demagógica. Llega y se sienta a escuchar. No va a bajar línea, se integra en la conversación y escucha largamente”.

“Escucha lo que es difícil de escuchar: un abuso que no fue debidamente atendido, una joven que le habla del aborto e intenta justificarlo. Escucha el posicionamiento de un joven inmigrante que presenta sus sufrimientos”, dice. “Acepta el dolor de estos jóvenes y recibe también sus cuestionamientos”, señala.

Considera que “esta conversación nos interpela también a nosotros como obispos ya que muchas veces estamos escuchando reclamos, planteos, comentarios que no nos gustaría escuchar y tenemos la tentación de ponernos a la defensiva y huir”.

“El Papa -dice- se preocupa por empatizar con el interlocutor. Arranca valorando en ellos lo que puede valorar y luego expresa serenamente el pensamiento de la Iglesia sin imposiciones. Dice lo que sabe y lo que puede expresar”.

Luego se pregunta: “¿Por qué tendríamos que tener respuestas para todo? Muchas realidades de la vida no la tienen. El libro de Job no da una respuesta al tema de los temas, que es el mal. Jesús tampoco da respuestas siempre. Lo que hace es acompañar y hacerse cargo de la humanidad hasta el fin. ¡Qué importante es entrenarnos en este estilo sinodal de la escucha!”.

Reconoce que “a diferencia de otras épocas, la Iglesia ya no es la referencia obligada de las sociedades. A muchos ni siquiera les interesa lo que nosotros pensamos, no les molesta discrepar con nosotros. Al contrario, a veces piensan que esa discrepancia los valida. Somos una voz más en la conversación”.

“Esta realidad -dice- es bien conocida por el Papa; la acepta y actúa en consecuencia. Se coloca en su diálogo con ellos en una simetría moral, de ser humano a ser humano. Es el hacerse cargo de las situaciones, su autenticidad, lo que le da verdadera autoridad”.

Y concluye: “ Dice la teóloga Nuria Martínez Gayol que los seres humanos tenemos un deseo ilimitado de ser escuchados. En el fondo toda la revelación es un largo diálogo de Dios con su pueblo”.