Por: Daniel Goldman
Siguiendo la línea de Tzvi bar Itzjak, en la Argentina, 3 clubes judíos que desarrollan las más variadas disciplinas resultan sumamente emblemáticos:
Hacoaj, Hebraica y Macabi. Con sedes en Capital y Gran Buenos Aires, muchos fueron los deportistas que se destacaron en sus cuadros.
También amerita nombrar algunos miembros de la colectividad judía que se distinguieron en el desarrollo de sus especialidades, comenzando por el recordado Miguel Najdorf, Gran Maestro Internacional de ajedrez. Nacido en Varsovia, en el año 1936 jugó sus primeras olimpiadas en Munich, obteniendo
la medalla de oro.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, lo sorprende en la ciudad de Buenos Aires en ocasión de la VIII Olimpiada de Ajedrez. Siendo
judío, interpreta correcta - mente los sucesos de su tiempo y decide afincarse en nuestro país.
Considerado como uno de los mejores jugadores del mundo entre 1940 y 1960, sobresale en la modalidad de partidas simultáneas de ajedrez a ciegas.
El futbolista José Pekerman, descendiente de los venerados “gauchos judíos”, nació en la colonia agrícola de Villa Domínguez, Entre Rios. Dirigió la selección juvenil de fútbol, ganando 3 Mundiales en la categoría Sub-20, pasando luego a la dirección de nuestro “glorioso” equipo durante el mundial de Alemania 2006. El tenista Martín Jaite nacido en Buenos Aires en 1964, logró un total de 12 títulos ATP en categoría individual, llegando a ocupar el puesto Nº10 del mundo. En Jockey, la “Leona” Natalí Doresky, con orgullo formó parte del equipo campeón del mundo.
Y volviendo un poco más atrás, resulta interesante descubrir que es en el boxeo donde se registran los primeros campeones judíos. En esta disciplina, corresponde recordar el nombre de Jaime Averboch, oriundo de Córdoba, quien en el año 1940 llegó a ser campeón argentino de boxeo en la categoría
Welter, falleciendo en posesión de la corona.
Por otro lado, quienes unimos la memoria a cierta edad, debemos recordar en los programas cómicos de los 80 a un imitador del ingeniero Alvaro Alsogaray. Se trataba de Pedro Cagen, quien fuera un reconocido boxeador profesional en su juventud. A todos ellos y muchos más, como el querido
Leon Genuth, primer campeón argentino y panamericano de lucha en los años 50, toda nuestra honra por sus contribuciones al deporte nacional.