EN EL PABELLON DE BELLAS ARTES DE LA UCA

Exhiben parte del patrimonio jesuita de sus reducciones

Por: Sergio Rubin

Se trata de esculturas pinturas, libros, mapas y ropa de las misiones guaraníticas asentadas entre 1609 y 1767.
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Fueron un siglo y medio de una presencia que dejó un sello indeleble pese a que pasó mucho. La presencia de los jesuitas en sus misiones guaraníticas -que abarcaron desde los esteros correntinos hasta Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y que tuvieron su epicentro en Paraguay- es, con razón, motivo de admiración por sus conocidas obras de promoción humana y social. Una muestra que se acaba de inaugurar en el Pabellón de Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina, en Puerto Madero, logró reunir cartografía, documentos, libros, prendas, iconografía y esculturas de las famosas reducciones que se desarrollaron entre 1609 y 1767, cuando los miembros de la Compañía de Jesús fueron expulsados de América.

Entre ellos se destaca el mapa confeccionado por los jesuitas de su zona de evangelización -uno de los más antiguos de la región (publicado en Amsterdam en 1653) y el más completo hasta mediados del siglo XVIII, según el gran historiador y sacerdote jesuita Guilermo Furlong. También se encuentran imágenes talladas en madera como la Inmaculada Concepción pisando una serpiente y los rizos del cabello, un rasgo distintivo de los imagineros de la Compañía.

En cuanto a piezas textiles, sobre- sale un poncho de lana de oveja y trama de algodón teñido con colores naturales, del Virreinato del Perú, de la segunda mitad del siglo XVIII, que por su delicadeza llevan a pensar que fue hecho en las misiones. Además, se exhibe una selección de las acuarelas del jesuita Florian Paucke (1719-1780) que se desempeñó en las reducciones guaraníticas. La muestra se completa con la proyección de valiosos documentales.
El arquitecto Ramón Rodríguez, del centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana -que hizo un valiso aporte- dice que la obra de los jesuitas “dejó semillas que siguen dando frutos y revela que la utopía de un mundo mejor para los pueblos originarios es posible”.

Con entrada libre y gratuita, la muestra -que se inauguró la semana pasada- puede visitarse, de 11 a 19, hasta el 6 de agosto.