Más de 1.200 personas llenaron el Aula Pablo VI, transformada en un gran restaurante para el habitual almuerzo con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres que se celebra este 19 de noviembre. Antes de comenzar, el Papa Francisco dio la bendición, agradeciendo a Dios por el "momento de amistad, todos juntos", por la comida y por quienes la prepararon.
Se trató de un momento inolvidable de acogida, atención, cuidado y amor hacia todos aquellos que durante el resto del año viven en las calles, en la indiferencia de la ciudad y que compartieron la mesa con el pontífice.
Antes de partir, Francisco bendijo y agradeció a todos los que contribuyeron a organizar y servir el almuerzo en un ambiente de gran celebración, a los que ayudaron materialmente para que pudiera realizarse y, naturalmente, a todos los presentes que compartieron este espíritu.
Fuente: RD