Martes 10.12.2024

testigos de la comunión eclesial

Francisco: "Cooperación y servicio son el corazón del sacerdocio"

En un discurso dirigido a los diáconos que se preparan para el sacerdocio en la diócesis de Roma, el Papa destaca tres aspectos clave: la cooperación fiel, el servicio al Pueblo de Dios y la guía del Espíritu. “Deben ser miembros de un coro, no solistas".
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En un discurso preparado para los diáconos que se preparan para la ordenación sacerdotal en la diócesis de Roma, el Papa Francisco reflexionó sobre tres aspectos del ministerio sacerdotal destacados en el rito de la ordenación: cooperación fiel con el Obispo, servicio al pueblo de Dios y guía del Santo Espíritu.

Aunque una reunión prevista fue pospuesta debido a la salud del Papa, las declaraciones del Santo Padre fueron publicadas el sábado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El Papa les recordó, en primer lugar, que la Iglesia no les pide principalmente que sean líderes, sino cooperadores de los obispos. Los sacerdotes, dijo, están llamados a ser testigos del “misterio de comunión” que es la Iglesia, especialmente a través de la fraternidad, la fidelidad y la docilidad.

En resumen, dijo, los sacerdotes deben ser miembros de un coro, “no solistas”; hermanos en el presbiterio y sacerdotes para todos, no sólo para un grupo particular.

El segundo aspecto del ministerio sacerdotal, consideró el Papa, es el servicio al pueblo de Dios. Señaló que el sacerdocio tiene sus raíces en el diaconado, que no cesa después de la ordenación sacerdotal. Los sacerdotes, dijo, están llamados a ser conformados con Jesús, que “no vino para ser servido, sino para servir”.

Este servicio, continuó, no puede ser una abstracción, sino que debe ser concreto: “Servir significa estar disponible, renunciar a vivir según la propia agenda, estar preparado para la sorpresa de Dios... es una actitud constante de acogida, de compasión, y ternura”.

Finalmente, Francisco insistió en que los sacerdotes deben dar siempre “primacía” al Espíritu Santo, que descenderá sobre ellos. “Si esto sucede”, dijo, “vuestra vida… estará orientada al Señor y por el Señor, y seréis verdaderamente ‘hombres de Dios’”.

Esto viene a través de una “unción diaria” de Jesús “cuando estamos en Su presencia, cuando lo adoramos, cuando tenemos intimidad con Su Palabra”. Y esto, a su vez, dijo el Papa, “nos permite interceder ante Él por el Pueblo Santo de Dios, por la humanidad, por las personas que encontramos cada día”.

El Papa Francisco concluyó su discurso agradeciendo a los diáconos de transición de Roma por su “sí” a Dios y pidiéndoles que oren por él todos los días.

Fuente: Vatican News