Martes 14.01.2025

Entre ellos el argentino Vicente Bokalic

Francisco creó 21 cardenales y les pidió ser constructores de unidad

El pontífice elevó a 253 el número de purpurados del Colegio Cardenalicio, de los cuales 140 tienen derecho a voto. Entre los que al momento podrían elegir al futuro sucesor de Pedro, 110 fueron creados por Bergoglio en sus once años de pontificado.
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El papa Francisco creó hoy 21 nuevos cardenales a los que les pidió que trabajen con “unidad” y que muestren “humildad” para un camino de servicio en el que los convocó a estar cerca de “los más frágiles”.

En una ceremonia en la basílica de San Pedro con la que elevó a 253 el número de purpurados del Colegio Cardenalicio, Francisco volvió a imponer su sello en la elección de los nuevos cardenales, a la vez que se sigue configurando el mapa de quienes serán los encargados de elegir a su sucesor. De hecho, el único de los 21 nuevos cardenales que no tiene al día de hoy derecho a voto es el nuncio Angelo Acerbi, de 99 años, la creación cardenalicia de mayor edad realizada hasta ahora.

Los números de este consistorio son importantes, de 253 cardenales, partir de hoy, 140  tienen derecho a voto por ser menores de 80 años. Entre los que al momento podrían elegir al futuro sucesor de Pedro, 110 fueron creados por Jorge Bergoglio en sus once años de pontificado. Esto, claro está, no significa que vayan a votar de forma monolítica en un eventual cónclave, pero sí de idea de cuánto se ha renovado la composición del cuerpo.

El cardenal Spenglero, arzobispo de Sao Paulo, tras recibir el birrete y el anillo de manos del Papa
El cardenal Spenglero, arzobispo de Sao Paulo, tras recibir el birrete y el anillo de manos del Papa RD/Captura
Una vez más, el Papa ha incluido figuras muy jóvenes y con un enfoque ciertamente menos rígido y con sensibilidades siempre más novedosas, como el lituano Rolandas Mackrickas, de 52 años, el indio George Koovakad, de 51 años, Fabio Baggio, de 50 años, Mykola Bykhok, australiano y de 44 años; o Francis Leo, canadiense, de 53 años.

De cara hacia un 2025 en el que 14 cardenales electores de la denominada “vieja guardia” cumplirán 80 años, la ceremonia de esta tarde dejó en claro el rumbo que busca Bergoglio para la Iglesia que vendrá.

Así, en su mensaje, advirtió sobre peligros que pueden afrontar los purpurados: “Que nuestro corazón se pierda, dejándose deslumbrar por el encanto del prestigio, por la seducción del poder o por un entusiasmo demasiado humano por nuestro Señor”, por lo que “es importante mirar dentro de nosotros mismos, colocarnos con humildad ante Dios y con honestidad preguntarnos: ¿hacia dónde va mi corazón? ¿En qué dirección se mueve? ¿Quizás voy por el camino equivocado?”.

El riesgo de lo superfluo
El hilo conductor del mensaje fue el llamado a “seguir el camino de Jesús, en el que el Papa ubicó en primer lugar a evitar “el riesgo de concentrarnos en lo superfluo, olvidando lo esencial".

“Con demasiada frecuencia las cosas secundarias toman el lugar de lo que es necesario, las exterioridades prevalecen sobre lo que realmente importa, nos sumergimos en actividades que consideramos urgentes, sin llegar al corazón. Y, en cambio, siempre necesitamos volver al centro, recuperar el fundamento, despojarnos de lo superfluo para revestirnos de Cristo”, sostuvo en una ceremonia que puso en evidencia que la procedencia de los purpurados certifica cada vez más la universalidad: Perú, Chile, Costa de Marfil, Japón, Brasil, Serbia, Ecuador, Argentina, Argelia, Irán, Filipinas, recibieron hoy un cardenal.

De Sudamérica, tres de los más cercanos al Pontífice: su compatriota Vicente Bocaklic, flamante primado al frente de la arquidiócesis de Santiago del Estero; el chileno Fernando Chomalí y el brasileño Jaime Spengler.

“Seguir el camino de Jesús significa también cultivar la pasión por el encuentro. Jesús nunca camina solo, su unión con el Padre no lo aísla de las vicisitudes y del dolor del mundo. Por el contrario, precisamente para curar las heridas del hombre y aligerar el peso de su corazón, para quitar el lastre del pecado y romper las cadenas de la esclavitud, precisamente para esto Él ha venido”, les dijo a los purpurados.

Tres de los cardenales, además, son miembros de la Curia: el padre Fabio Baggio, scalabriniano, subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y también director general y persona de contacto directo del Papa para el Borgo Laudato Si' y el Centro de Educación Superior Laudato Si'. A continuación, el arzobispo monseñor Rolandas Makrickas, lituano, de 51 años, en 2021 nombrado comisario extraordinario para la basílica papal de Santa María la Mayor, y monseñor George Kovakaad, indio, figura conocida por el gran público como “Padre Giorgio” en su rol de organizador de viajes papales.

“Y así, por el camino, el Señor encuentra los rostros de las personas marcadas por el sufrimiento, se hace cercano a quienes han perdido la esperanza, levanta a los que han caído, cura al que está enfermo”, agregó Francisco, a días de cumplir 88 años y de emprender, el fin de semana próximo, un viaje de unas horas a Córcega para renovar la fuerza pastoral del mediterráneo.

“Lo que debe animar su servicio como cardenales es el riesgo del camino, la alegría del encuentro con los demás, el cuidado de los más frágiles”, agregó luego. Al mismo tiempo, el Papa planteó que “seguir el camino de Jesús significa, además, ser constructores de comunión y unidad. Mientras en el grupo de los discípulos la carcoma de la competencia destruye la unidad, el camino que Jesús recorre lo lleva al Calvario”. La unidad, además, fue uno de los ejes planteados por Acerbi en el saludo previo al discurso papal que incluyó una cita de San Pablo VI con un pedido a los nuevos cardenales a evitar la "tentación de dividirnos".

“Es como si dijera: vengan en pos de mí, sigan mi camino, y serán diferentes; serán un signo luminoso en una sociedad obsesionada con la apariencia y la búsqueda de los primeros lugares”, les recordó, antes de animarlos a amarse “los unos a los otros con amor fraterno” y que “sean siervos unos de otros, siervos del Evangelio”.

Fuente: RD