- Departamento de Estudios Históricos del Centro Islámico (Especial para Clarín) -
Palestina tiene culturas que se re- montan al Paleolítico superior, veintiún mil años atrás, como Kebarán (18.000 a 12.500 a. C.) y Wadi al-Natuf (12.500 a 9.500 a. C.). Los natufienses fundaron Jericó, en Cisjordania, hace once mil años, lo que convierte a esta ciudad en el asentamiento más antiguo del mundo. Mientras que Jerusalén, según las investigaciones arqueológicas, fue fundada hacia el año 3000 a.C por los árabes cananeos.
Su primitiva población recibió el nombre de Shalem, la deidad cananea del crepúsculo, al que se antepuso el término semítico Ur, que significa “lugar”: es decir, la ciudad dedicada a Shalem. Los antiguos israelitas llegarían a poseer la urbe dos mil años después, con el Profeta Rey Da- vid por cuatro siglos, hasta que fue conquistada por Nabucodonosor II de Babilonia.
El Profeta Muhammad informó el carácter sagrado de Jerusalén, siendo la primera quiblah (orientación de las oraciones desde 610-623) y una de las tres sagradas mezquitas a la cual es permisible viajar con propósitos de culto. Dijo el Profeta: “No viajen (específicamente) a ninguna mezquita, excepto a una de estas tres: al- Masyid al-Haraam, Masyid al-Aqsa y mi mezquita”.
El Corán cita: “Glorificado sea Quien transportó a Su Siervo durante la noche, desde la mezquita sagrada [de La Meca] a la mezquita lejana [de Jerusalén] cuyos alrededores bendijimos, para mostrarle algunos de Nuestros signos. El es Omnioyente, Omnividente” (Al-Isra’, 17:1).
El Profeta Muhammad fue lleva- do hasta allí en el Viaje Nocturno (619 d.C), desde la ciudad de La Meca a la ciudad de Jerusalén, donde dirigió a otros profetas en la oración en esta mezquita bendita (Masyid Al Aqsa) y donde hoy se encuentra la Cúpula de la Roca. Por voluntad del Altísimo, se elevó a los Cielos, acompañado por el Arcángel Gabriel. Este episodio se conoce en árabe como al-isra ual mi‘raÿ (el Viaje nocturno y la Ascensión).
Por todas estas razones, Jerusalén es llamada por los musulmanes Ma- dinat Bait al-Maqdís o Bait al-Muqaddas (Ciudad de la Casa Sagrada) y al-Quds (la Santa).
Los musulmanes liberaron Jerusalén, en el año 637, de la opresión bizantina, que había impuesto pesados gravámenes y no toleraba la libertad religiosa. Y fueron generosos con los ciudadanos de Jerusalén, concediéndoles además libre tránsito y beneficios de protección a la propiedad.
En febrero de 638, siguiendo los pasos del Mensajero Muhammad y las enseñanzas islámicas hacia las religiones monoteístas, el Califa Omar Bin Al-Jatta llegó a Jerusalén y extendió un documento, conocido como “al-Uhda al-Umariyya” (acuerdo de Omar), que entregó a Sofronio, Patriarca de Jerusalén, una declaración garantizando la total libertad religiosa de la población cristiana de la ciu- dad de Jerusalén, la protección y consideración intocable de los recintos sagrados, Iglesia del Santo Sepulcro y otros. Un convenio similar del Califa Omar fue otorgado a la pequeña comunidad judía preservando su seguridad y libertad de culto. Siempre el Islam y los gobernantes musulmanes garantizaron la libertad de culto según lo establece el Corán.
Abd al-Malik Ibn Marwán, quinto califa omeya, hizo construir, entre 687 y 691, la Cúpula de la Roca (Qubbat al-Sajra en árabe) en la zona de la explanada, también sagrada. Dice en Al-Mawsu’ah al-Falistiníyah (4/203): “El nombre de Mezquita Lejana (Masjid al-Aqsa; literalmente la Mezquita más Lejana) fue históricamente aplicado al santuario entero y a los edificios contenidos en él, el más importante de los cuales después de la Mezquita Lejana es el Domo de la Roca, construido por ‘Abd el-Malik Ibn Marwán en el año 72 después de la Emigración, 691 años después de Cristo, que es considerado una de las más grandes construcciones islámicas e históricas de la ciudad”.
Especialistas como Richard Ettinghausen (1906-1979) y Oleg Grabar (1929-2011) explican la razón de la construcción del famoso Domo: “... el propósito original de la Cúpula de la Roca era conmemorar la victoria del Islam que completa la revelación de los otros dos credos monoteístas...”. El prestigioso arquitecto suizo Henri Stierlin, en el libro “El Islam desde Bagdad hasta Córdoba: Las edificaciones de los siglos VII al XIII”, añade algunos conceptos insoslayables: “En el espíritu creador de Abd al-Malik, la Cúpula de la Roca tenía que con- vertirse en el verdadero centro del mundo islámico. Tenía además la insigne misión de subrayar la convergencia entre las tres religiones basadas en el Pentateuco”.
Por el espacio de doce siglos, entre 637 y 1917, exceptuando los 88 años de ocupación de los cruzados franconormandos (1099-1187), los musulmanes tuvieron soberanía sobre Palestina y Jerusalén. Durante ese largo tiempo, musulmanes, cristianos y judíos convivieron allí como hermanos y herederos del legado monoteísta del Profeta Abraham.