En medio de la fuerte polémica por los alimentos para comedores comunitarios que el gobierno retenía en dos galpones, la Iglesia oficiará una misa en desagravio a las mujeres que se ocupan de gestionarlos luego de que “a muchas de estas doñas se las haya acusado de robar o vender los alimentos”. Y en reconocimiento a ellas porque “hacen el milagro de multiplicar” la comida y “dar la cara cuando el gobierno no entrega los alimentos”.
Bajo la consigna "¡Con la comisa no!", el Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de CABA y GBA convocan para el miércoles de la semana que viene a la misa por las "Madres de la Patria", que el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Oscar Ojea, presidirá a las 11 en el santuario de la Virgen de Caacupé, ubicado en el partido bonaerense de La Matanza.
En un comunicado, los curas villeros comienzan recordando la cercanía del Día de la Bandera –la misa será el día anterior- y afirman que “todas las mañanas, cuando todavía está oscuro, se encienden luces tenues en nuestros comedores. Son las Madres de nuestra Patria que responden también a quien les dijo ‘tuve hambre y me diste de comer’".
Agregan que “por eso, elegimos como abanderadas a tantas mujeres de nuestros barrios. Las hemos aplaudido y homenajeado en la Pandemia. Muchas de ellas son madres de sus hijos y de los del pasillo. Sus manos cuidan el pan de cada día. Hoy nos sentimos en deuda con ellas”.
“En estos tiempos de crisis y confusiones, nos duele que a muchas de estas doñas se las haya acusado de robar o vender los alimentos. Son ellas las que sufren el dolor de ver que no alcanza la comida de la olla”, señalan.
Subrayan que estas mujeres “varias veces repiten el milagro de la multiplicación de los panes. Son las que dan la cara cuando el Gobierno no entrega los alimentos”.
A continuación se preguntan: “¿Qué nos pasó que pasamos de ensalzarlas en la Pandemia a humillarlas ahora? ¿Cambiaron ellas o cambiamos nosotros? ¿Nos hemos transformado en una sociedad que condena a tantas madres que dan vida?”.
“Pedimos recapacitación: a la gente del Gobierno, a los políticos, a los formadores de opinión, a los empresarios, a todos. Jamás imaginamos que tendríamos que seguir discutiendo sobre el reparto de comida. Es escandaloso. Nos duele mucho. ¡No es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan!”, afirman.
Manifiestan que “así como la Bandera Argentina flamea en todos los rincones de la Patria, queremos que a ningún hermano le falte el pan. Es tarea de todos, empezando por el Estado y siguiendo por todos, cada uno desde donde le toca. Que nunca más haya que reclamar comida”.
“Trabados en pelear por los alimentos no podemos avanzar en proyectos de verdadera inclusión. La cuestión va mucho más allá del galpón de alimentos”, advierten en clara alusión a la controversia por los alimentos que estaban retenidos..
En base a datos de la UCA dicen que “en un país con un 55% de pobreza y 18% de indigencia, no podemos pensar que el problema de la comida es psicológico o ideológico”.
“No se combate –añaden- con relatos y redes. Los problemas de asistencia alimentaria tienen que acompañar la realidad que estamos viviendo y actualizarse con la inflación.
Y concluyen: “Nos gustaría pensar que esto es ineptitud y que se quiera mejorar” rogando que “la Virgen Madre nos cubra con su manto para que nadie quede afuera.
Fuente: VR