JUDAÍSMO

La ortodoxia judía bajo la lente del cine

La directora Einat Kapach explicó la labor de la Escuela Maalé, de Jerusalén, única en el mundo en producción de películas inspiradas en el legado judío.
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Cuando se inventó la cámara, las comunidades judías en todo el mundo se preguntaron si estaba bien sacar una foto de un rabino y colgarla en la pared. La industria del cine amenaza el estilo de vida judío ortodoxo, no tanto por el uso de la imagen como medio, sino por los valores que a menudo transmiten las películas, tales como la falta de modestia en la vestimenta o, directamente, la desnudez”, define Einat Kapach, directora, 
guionista y encargada de relaciones internacionales de la Escuela Maalé de cine y televisión de Jerusalén.
Invitada especialmente al cuarto Limud Buenos Aires, el festival de judaísmo que se realizó en la Universidad Maimónides el mes pasado y que este año reunió a 650 participantes, Kapach explica que la creación de esta escuela, que se define como única en el mundo en la producción de trabajos inspirados en el legado judío, nació hace 20 años, cuando “judíos ortodoxos en Israel percibieron una falta de presencia de sus comunidades en las comunicaciones y artes visuales israelíes, junto a la incomodidad de muchos alumnos que estudiaban en escuelas de cine y debían ‘disculparse’ por su forma de vida y adaptarse a normas del secularismo israelí”.
Es que para las comunidades ortodoxas, el uso de imágenes es complejo. Hay muchas que viven aisladas de la sociedad en general, que no ven televisión ni cine y sólo leen periódicos especiales. 
Lo importante, para Kapach, es que las imágenes no se conviertan en idolatría, en un fin en sí mismo, sino en un instrumento para transmitir un mensaje. “La duda de usarlo de una u otra forma es compleja -reconoce-. Nosotros vemos el arte y el cine como una herramienta útil para transmitir los dilemas a los que muchas veces se enfrentan los judíos ortodoxos, que no tienen que ver con la religión sino con situaciones que deben 
transitar en lo cotidiano”. Aunque acepta que el hecho de seguir un estilo de vida ortodoxo, hace que los dilemas sean más interesantes para utilizarlos en los cortos cinematográficos. 
Algunos de ellos fueron presentados en el Limud de este año, como parte de la jornada que convoca a judíos de todas las edades, experiencias, conocimientos y observancias religiosas en un día de aprendizaje y debates, sobre 60 propuestas referidas a la Torá, espiritualidad, cine, Israel, literatura, judaísmo, música y vida cotidiana, entre otras. Una propuesta que crece año a año, cobrando relevancia en la comunidad.
Allí, ante un numeroso público, se vio “Y amarás”, un drama que relata la vida de un hombre judío ortodoxo homosexual y su relación con Dios; “La esposa de Cohen”, la historia de una pareja abatida entre el amor conyugal y la ley religiosa luego de que la esposa fuera violada por un extraño convirtiéndola, según la ley, en prohibida para su esposo; “El rancho”, film político que trata sobre la evacuación de asentamientos judíos en la
Franja de Gaza; entre otros.