Otro año, las procesiones de Cuaresma y Semana Santa no podrán salir a las calles de Nicaragua. Ortega ha prohibido que salgan de los terrenos de las iglesias. A través de sus redes sociales, la abogada y activista Martha Patricia Molina ha denunciado que este 2024 “más de 400 vía crucis no realizarán el recorrido habitual este viernes de Cuaresma”.
Algunas diócesis, continúa Molina, han recibido un permiso “a medias” y sus procesiones podrán recorrer únicamente la manzana en la que se encuentre su templo. La abogada describe esta prohibición como propia de una “dictadura criminal que ni en Cuaresma cesa su odio en contra de la Iglesia católica”.
Esto forma parte del plan de la vicepresidente, Rosario Murillo, para la Semana Santa en Nicaragua. La mujer de Ortega anunció el pasado enero en la televisión oficialista que “hay una estrategia” para las celebraciones de este tiempo litúrgico. La Semana Santa estará organizada por el Instituto de Turismo y podría consistir, como sucedió en 2023, en “procesiones populares” organizadas por los poderes políticos con réplicas de las imágenes devocionales mezcladas con elementos indígenas.
En su discurso de año nuevo, Murillo negó que existiese persecución contra la Iglesia católica en el país, pese a haber mantenido a 18 sacerdotes encarcelados y posteriormente desterrarlos al Vaticano, gracias a una negociación con la Santa Sede. Entonces, negó también que haya una campaña contra la Iglesia: “Es falso que hay persecución religiosa, si arrestan a un cura por algo será”.
Fuente: El Debate