Nuevo ataque por parte del régimen de Daniel Ortega hacia la Iglesia de Nicaragua. En esta ocasión, la administración del país ordenó la expulsión de una nueva congregación religiosa, las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, después de hacer lo mismo con las Hijas de la Caridad.
Las religiosas, tal como recoge la web Artículo 66, se encargaban de asistir al Santísimo y orar en la catedral de Matagalpa. Ahora, han tenido que ir a México, donde han sido ya acogidas por la comunidad de su congregación en este país.
Por su parte, el gobierno nicaragüense no ha dado explicación alguna del motivo para expulsar a las religiones, pero la congregación está incluida entre el centenar de ONG a las que el Ministerio de Gobernación canceló este miércoles la personalidad jurídica. Con esta decisión suman 1968 las organizaciones de este tipo ilegalizadas tras la revuelta popular de abril de 2018, calificada como intento de golpe de Estado por el presidente Daniel Ortega.
El último movimiento del régimen de Ortega había sido prohibir las procesiones en la capital. Asimismo, desde hace un mes el obispo Rolando Álvarez se encuentra en arresto domiciliario, al igual que otros cinco sacerdotes.
Los párrocos, sobre todo los de la capital, acusan además que el gobierno les asedia en sus templos con control policial y llamadas telefónicas amenazantes.
Todo ello se une, además, a la expulsión del nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag el pasado 12 de marzo, la salida de las misioneras de la Madre Teresa de Calcuta y otros religiosos o sacerdotes –que han pedido refugio en países vecinos–, y el cierre de medios católicos.
Fuente: Agencias
