El Islam considera que la familia es la semilla de una sociedad virtuosa, porque si se logra la piedad del individuo se logra la de la familia, y así la de la sociedad que conforma. Por eso se preocupa porque la familia sea sana y para ello, establece ciertas bases para conformarla.
Los medios que propone para que perdure la unión familiar y su armonía, para que se corrobore el amor y la misericordia, están escritos en el Corán: “Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia”.
Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan. Es necesario que la familia viva en una unidad de sentimientos y ternura, Allah dice: “Las mujeres son vuestra protección y vosotros la suya” (2:187).
El Corán también explica que cada cónyuge es necesario para el otro y así se complementan: “Él es Quien os creó a partir de un solo ser [Adán], y del cual hizo surgir a su esposa [Eva] para que encontrase en ella sosiego” (7:189).
No es posible que la vida sea recta si se desintegra la familia, porque se levanta sobre la mutua comprensión, llevando a cabo las labores, consultándose, edificando la vida sobre la mutua aceptación.
Para los musulmanes, el Sagrado Corán evidencia estas pautas de vida, por ejemplo, cuando llega el momento de la lactancia del hijo: “Las madres amamantarán a sus hijos dos años si desean completar la lactancia …. Y no incurren en falta si el padre y la madre, de común acuerdo, deciden destetar al niño” (2:233).
El Islam sostiene que la familia que permanece feliz busca su estabilidad bajo el respeto de los derechos del cónyuge, el buen trato, abriéndole así los amplios horizontes de los buenos sentimientos, haciendo brotar el manantial del amor y cuidado de la unión. En dicha situación los esposos encuentran la paz y el sosiego al que hace referencia el Corán. En caso de crecer la familia en forma opuesta, rápidamente se irá erosionando y el amor se irá disolviendo peligrosamente.
Para el Islam es Dios, que enterado de todo, sabe bien que el alma a veces atraviesa por ambientes contrarios a sus sentimientos, y que es allí donde Satanás encuentra una brecha para destruir a la familia. Por ello, que para los musulmanes, es en el Sagrado Corán donde encuentra la guía para que esos sentimientos retornen a la vida pura.
Si una persona sigue solamente lo que le dicta su deseo interior y se vuelve voluble en las decisiones, cambiando el amor y la misericordia por sus caprichos, tiene que estar atenta porque es como una advertencia. Así comienza el desmoronamiento de la familia, las discrepancias pequeñas pasan a ser terribles, perdiéndose la ternura y la paciencia.
Muchos investigadores concuerdan en que la separación conyugal es el motivo principal del desvío y de la mala conducta; por ello la familia debe procurar estar atenta y cuidarse antes de que se produzcan rupturas. Indudablemente la vida no siempre es impecable, sino que está expuesta a momentos de felicidad y de contrariedad, pero debemos tener presente que en este mundo todas las cosas, por pequeñas que fueran, suceden por la Sabiduría de Allah.
Todo descuido o negligencia en la educación de los hijos traerá como resultado malas conductas y esto afectará, por ende, a todo el ámbito social, también a la construcción, pensamiento y seguridad personal y comunitaria.
Ocuparse de la vida familiar como es debido es un deber para los musulmanes, que deberán rendir cuentas de ello el Día del Juicio. Así lo expresó el Profeta: “Todos sois como pastores responsables de vuestro rebaño, el gobernador es responsable por la suerte de su gente, el hombre de su familia, la mujer de su casa”.
La responsabilidad del gobernante y del gobernado, del padre de familia y de cada uno de los integrantes de la misma en cada uno de sus respectivos roles es esencial. La responsabilidad es necesaria especialmente como ciudadanos, en una sociedad que pronto elige sus nuevas autoridades, que tiene desafíos sociales, económicos, medio ambientales y de desarrollo.
Pensadores y viajeros
Con una masiva participación se desarrolló en Buenos Aires el Seminario Internacional “Pensadores y viajeros del Islam clásico”, organizado por el Centro Islámico de la República Argentina y por el Centro de Estudios Arabes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Académicos de renombre mundial se reunieron del 28 al 30 de octubre en el auditorio General Manuel Belgrano de la Cancillería Argentina y en la sede del Centro Islámico.