Por: Italo Florin, consultor de Educación de la Santa Sede
El 20 de mayo se presentó al Papa Francisco el documento que delinea la identidad de la Universidad del Sentido. Se trata de un hito en el camino a la creación de esta nueva universidad que el Santo Padre encomendó a la Fundación Scholas Occurrentes, un camino que inicia.
El 5 de junio de 2020, Día Mundial del Medio Ambiente, el Papa Francisco en un encuentro virtual con jóvenes de todo mundo, celebró el nacimiento de la Universidad del Sentido. Lo hizo en medio de la pandemia, una tragedia que afecta a toda la humanidad, poniendo a prueba una cultura que ha mostrado sus límites. La crisis sanitaria y económica que atraviesa el mundo reveló una crisis aún más profunda: la de una cultura dominada por el individualismo, la
competencia, la explotación de los más pobres y de la tierra.
La educación está llamada a asumir el desafío que emerge de dicha crisis y la Universidad del Sentido nace con esa misión. La base de la propuesta es la búsqueda del sentido de la vida y el compromiso con el bien común, en un constante diálogo interdisciplinario, intercultural, interreligioso e intergeneracional, integrando armónicamente el conocimiento científico, técnico y humanístico, con ese saber “no formal” que proviene de la riqueza cultural de los pueblos.
El Documento entregado al Papa Francisco es un texto colectivo, fruto de una reflexión que partió de la escucha de los jóvenes. Sus palabras fueron recogidas por un grupo de expertos, apoyados por UNESCO, representantes de diferentes disciplinas, culturas y credos. Una de dichas expertas expresó a Su Santidad que esta Universidad está llamada a responder a los más urgentes desafíos de nuestro tiempo porque:
Ofrece oportunidades para establecer conexiones creativas y constructivas entre individuos y comunidades en un mundo profundamente dividido; encarna una visión de la humanidad arraigada en la justicia, la compasión y la interdependencia, en oposición a la desigualdad, la codicia y el individualismo; destaca el poder de la diversidad de visiones, culturas y experiencias, desafiando las teorías acerca de la superioridad de una raza, religión, etnia o género; y desarrolla la comprensión profética expresada por el Papa Francisco de la interdependencia de la humanidad con la creación, invitándonos a ser cocreadores de un futuro sostenible en el que la bondad, la compasión y la paz justa se realicen y se valoren.