PREJUICIOS EN TORNO A LOS DIRIGENTES DE EMPRESA

Por ser empresario la causa se demoró

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No fue fácil que la Iglesia aceptara la causa de canonización de Enrique Shaw. Es que cuando allá por 1997 la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) comenzó a hacer las gestiones en el tribunal arquidiocesano de Buenos Aires -el organismo competente en este caso-, había quienes descreían de que un empresario pudiera llegar a ser declarado santo. “Los empresarios no tienen buena imagen y seguramente este señor alguna macana debe haber hecho”, le advirtió uno de los miembros.

Vencidos los prejuicios, los promotores avanzaron en la recopilación de pruebas y testimonios para defender la causa. Luis Cavo, Fernán Elizalde y Juan Navarro Floria fueron sucesivamente los postuladores. En agosto de 2013 fue aprobado todo y se pudo terminar así la fase diocesana tras lo cual se envió la causa a la congregación para la Causa de los Santos para su análisis en la Santa Sede. En esta etapa la postuladora pasó a ser Silvia Correale.

Paralelamente, fue elevada al Vaticano la documentación respecto de un posible milagro atribuido a la intercesión de Shaw, que consiste en una curación inexplicable para la ciencia. Sus promotores confían en que obtendrá la aprobación de la junta médica por su solidez. “El caso es por ahora confidencial, pero estamos convencidos de que es un milagro”, dice Elizalde, actual administrador de la causa.

Un proceso de canonización conlleva una etapa de estudio en la diócesis donde murió el candidato y otra en El Vaticano que debe determinar si vivió las virtudes cristianas en grado heroico y en tal caso lo declara Venerable. Luego hace falta determinar que Dios obró un milagro por su intercesión para que sea declarado beato. Con un segundo milagro es proclamado santo.

Elizalde cree que la causa tendrá pronto un desenlace feliz. “En el Vaticano -afirma- ya fue prácticamente todo evaluado y estamos a la espera de que en los próximos meses se termine la fase romana y Enrique Shaw pueda sea declarado Venerable por el Papa Francisco” y se apruebe el milagro”.