Evangelicos -AUTOR: MARIA MONTERO

Tecnología para conocer la Biblia

Por: María Montero

La Sociedad Bíblica Argentina (SBA) viene desarrollando un reproductor de audio con la traducción de las Sagradas Escrituas en las lenguas aborígenes.
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Megavoice, un pequeño reproductor de audio- escritura del tamaño de un juego de naipes, es el novedoso aparato que la Sociedad Bíblica Argentina (SBA) desarrolla  desde hace años como parte de su programa “Habla nuestra lengua”, creado para que la Biblia pueda llegar oralmente en su idioma a diferentes comunidades aborígenes del  país que no pueden o no saben leer. Y conlleva otra ventaja práctica teniendo en cuenta que en muchas zonas  falta energía eléctrica: el aparato se alimenta con energía solar.
Siempre son los propios hablantes nativos quienes se encargan de realizar una traducción, pero el proceso es lento y suele demandar varios años. “En el caso del  pilagá, fueron los propios cristianos pilagaes quiénes lo hicieron posible”, señala Ernesto Lerch, autor del programa. Precisa que “la SBA solamente gestionó los recursos económicos y la experiencia en los trabajos de traducción, la consultoría exegética y las herramientas de gestión para facilitar la tarea”.
La grabación se hizo en el centro formoseño de capacitación católica de Estanislao del  Campo. Una improvisada cabina de sonido, hecha con los mismos colchones del  albergue, sirvieron para la aislación acústica donde 32 locutores pilagás entre adultos y niños- traba- jaron para dar vida a cada escena evangélica.
“La mayoría de los pueblos originarios conservan hasta hoy una fuerza ancestral en la oralidad, que los capacita para registrar, conservar y comunicar sus vivencias y es por eso que para muchos la voz que se escucha a través de estos pequeños aparatos se  registra con más naturalidad que la escritura misma”, dice Lerch.
El funcionamiento del aparato es muy simple. Fácilmente, permite seleccionar el libro, e incluso el capítulo de la Biblia, que se desee escuchar. Se distribuye gratuitamente de manera personal, y es la propia comunidad la que decide quiénes serán los destinatarios, siempre priorizando a los ancianos y a las personas analfabetas o que no pueden leer.
La Sociedad Bíblica Argentina ya realizó con encomiable esmero traducciones de la Biblia a los idiomas mocoví, chorote, quichua, guaraní y mapudungun. Y próximamente finalizará las versiones en toba y wichí