Una iniciativa ecuménica y feminista que lleva por bandera a la Magdalena, y que en su primer año de actividad fue visitada por más de 30.000 peregrinos cristianos, ha cautivado a los miles de visitantes de la Feria de Turismo de Tel Aviv, que se clausura hoy.
El proyecto, iniciado y financiado por los Legionarios de Cristo, recupera la imagen de María Magdalena a través de un nuevo centro de culto y peregrinaje en la ciudad israelí de Migdal, junto al Mar de Tiberíades.
"Es una zona puntera de Galilea por la novedad para los peregrinos cristianos y porque es una experiencia muy fuerte para la mujer", aseguró a Efe el padre Juan María Solana, quien concibió el proyecto hace más de una década.
Inaugurado en mayo pasado en coincidencia con la visita del papa Francisco, que bendijo el sagrario de la iglesia, el centro Magdala ha cautivado la atención de numerosos operadores locales e internacionales encargados del peregrinaje cristiano a Tierra Santa.
"Más de la mitad de los peregrinos que llegan -explica el padre Solana- son mujeres, y este es un lugar en el que encuentran el mensaje de una mujer honrada, valorada... y eso les atrae y da sentido".
En él, la imagen de la Magdalena es realzada como símbolo a seguir por todas las mujeres del mundo, un papel más acorde a los tiempos que corren y en el que el feminismo adquiere un nuevo significado.
"El papel de la mujer es impresionante en la construcción de la humanidad, en el eje constitutivo de la persona humana, en la vida social y espiritual", destaca Solana al hablar de la necesidad de "levantar la autoestima" de la mujer como base para realzar su papel e imagen en la sociedad.
Un esfuerzo al que el centro Magdala se suma con toda su arquitectura, transmitiendo el mensaje de que "Dios las ama, que son la clave de la transmisión de los valores morales y religiosos de la humanidad".
Asentado sobre un terreno comprado con donaciones de los Legionarios de Cristo, y levantado en una construcción por fases, el centro religioso es uno de los proyectos cristianos más importantes en Tierra Santa en décadas, y desde su apertura en mayo ha sido visitado por unos 30.000 turistas y peregrinos.
Las construcciones se vieron retrasadas -"bendecidas", en palabras del padre Solana- por el descubrimiento de una aldea judía del siglo I que, aunque encareció todo el proyecto en varios millones de dólares, le han insuflado un contexto histórico inimaginable.
Los restos arqueológicos acercan aún más al peregrino a Jesús, que inició su ministerio en esa misma zona antes de trasladarse hacia Jerusalén, y a la de María Magdalena.
Fueron vitales también para dar una nueva dimensión a toda la idea del centro de peregrinaje, que Solana piensa convertir en centro de convenciones y encuentros de todo tipo.
"No sólo (buscamos) la visita de peregrinos, sino también tener actividades en torno al tema del mujer y que sirva como centro ecuménico e interreligioso", señaló.
Estas actividades servirán de plataforma para la casa de peregrinos que está aún por construirse, y que tendrá unas 150 habitaciones con vistas al bíblico lago. EFE