Un nuevo informe demostró el impacto del programa de los Hogares de Cristo para reducir el consumo de drogas y fomentar cambios favorecedores de la calidad de vida de las personas en situaciones de vulnerabilidad extrema.
El estudio titulado “Evaluación de Impacto Integral Centros Barriales Hogar de Cristo” fue una investigación que involucró a profesionales de múltiples especialidades y estuvo a cargo de Elizabeth Mitchell, Profesora de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA.
El 23 de febrero fue presentado de forma virtual desde la parroquia Caacupé de la villa 21 de Barracas, donde los Hogares comenzaron a funcionar en el 2008.
Su presentación contó con la participación de Mitchell, de los sacerdotes Toto de Vedia y Pepe Di Paola, de la socióloga Ana Clara Camarotti y de Nicolás Meyer, director de Cáritas Argentina.
Entre otros datos, el documento releva que, en sus más de 200 centros barriales de la Argentina, una de cada cinco personas que se acercan a los Hogares de Cristo están en situación de calle, que más de la mitad consume más de una sustancia adictiva y que nueve de cada diez no finalizaron sus estudios secundarios. A su vez, los resultados del análisis muestran que la mayor parte de los participantes percibe mejoras en su bienestar desde que empieza a concurrir al centro barrial: cambios positivos en cuanto a la alimentación, la solución habitacional y la reducción de consumo de sustancias, entre otras.
Los Hogares de Cristo contribuyen a la inclusión social de las personas que acompañan y promueven valores cristianos desde la cultura del encuentro y el protagonismo comunitario.