“El Papa Francisco dejó en claro ya en sus primeras acciones que su coraje y energías son muchas y habrán de multiplicarse para recrear en la Iglesia los valores que predicaron los profetas de Israel y enseñó Jesús”, señala Abraham Skorka, quien el año pasado se convirtió en el primer rabino en recibir un doctorado honoris causa de la universidad católica de América Latina, la UCA. Fue durante un concurrido acto que encabezó el arzobispo
de Buenos Aires, el entonces cardenal Jorge Bergoglio. Actual rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, con sede en Buenos Aires, Skorka compartió en los últimos años varias tareas con Bergoglio. Por caso, haber hecho un programa semanal de TV en el Canal 21, “Biblia: diálogo vigente”, junto con el dirigente evangélico Marcelo Figueroa. Y haber mantenido una conversación sobre distintos temas para el libro “Sobre el Cielo y la Tierra”, que se reeditó recientemente. Pero, sobre todo, lo une una gran amistad con el hoy Papa Francisco. Para Skorka, “la humildad y sencillez, el amor y respeto por cada persona, por su mera condición humana, el compromiso por la justicia social y la búsqueda de la instauración de la paz fueron lo vectores de acción de Francisco en sus primeros días de pontificado y lo serán en los años venideros con que el Señor ha de bendecirlo”. Skorka señala que con el entonces cardenal Bergoglio compartieron “una cosmovisión de afecto, respeto, justicia, benevolencia y misericordia para todas las personas, sin distinción de credos”.