MUSULMANES

Una asombrosa mezquita en el corazón de Alemania

Por: Ricardo Elía

El templo funcionó como escenario de ópera, hospital militar y sala de reuniones de académicos islámicos.
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La Mezquita Roja (Rote Moschee) del príncipe elector Carlos Teodoro del Palatinado y Baviera (1724-1799) en los jardines del Castillo (Schlossgarten) de Schwetzingen (Baden-Würtemberg, Alemania), es el único ejemplo que se conserva de una mezquita construida por europeos en el siglo XVIII. Con esta construcción el noble alemán no solo seguía una tendencia de moda de su tiempo, sino que también se presentaba a sí mismo como un gobernante ilustrado (mecenas de Mozart, Voltaire, Schiller y Gluck), cosmopolita y tolerante, y un admirador curioso del Islam y su arquitectura. A la mezquita se la llama roja porque sus muros tienen un tinte rosáceo.

El castillo de Schwetzingen, edificado entre 1697 y 1752, se encuentra entre los ríos Rin y Neckar y es vecino de ciudades como Mannheim, Karslruhe, Heidelberg y Stuttgart.

El arquitecto y diseñador de jardi nes francés Nicolas de Pigage (1723-1796) construyó la mezquita con dos minaretes de estilo otomano y la sala de oración entre 1779 y 1795. Los modelos para esta pieza excepcional de arquitectura de jardín fueron la mezquita (hoy desaparecida) del arquitecto inglés William Chambers (1723-1796) erigida en el Real Jardín Botánico de Kew en Londres y, en particular, los diseños orientalistas del arquitecto austríaco Johann Bernhard Fischer Von Erlach (1656-1723). La combinación del lenguaje arquitectónico occidental y oriental es fascinante. Así, cúpulas barrocas, ventanas ojivales y arcos de medio punto se encuentran junto a minaretes, pabellones octogonales y medias lunas. La arquitecta turca Nebahat Avcioglu pondera su esbelta cúpula coronada por una linterna. El costo de la mezquita fue de alrededor de 120.000 florines.

El interior de la mezquita comprende un espacio interior central dividido por columnas y hornacinas. Los nichos semicirculares (mihrabs) y los elementos arquitectónicos están diseñados con colores. Las inscripciones en árabe y alemán hacen referencia a virtudes como la sabiduría, la laboriosidad y la discreción y advierten contra los vicios y las ambiciones. La vista de la parte superior de la cúpula es impresionante. Con sus techos decorados con estrellas, la mezquita representa la noche y el cielo en el sentido espiritual y es al mismo tiempo un símbolo de la vida después de la muerte. El complejo de la mezquita roja con sus dos minaretes se refleja en el agua de un estanque, una imagen que nos recuerdan los cuentos de Las mil y una noches.

Un paseo por la sala de oración con su encantador juego de luces y sombras es uno de los puntos culminantes de una visita a los jardines del palacio. Los ventanales de celosía de madera (ajimeces) ofrecen vistas al patio interior y al jardín persa-otomano que lo rodea. Pabellones con magníficos techos de cúpula y medias lunas doradas enfatizan los centros de los lados longitudinales y las esquinas de los corredores. Sus paredes están adornadas con aforismos árabes y alemanes. La mezquita no fue construida para la práctica de la religión islámica sino como símbolo del interés prevaleciente por el arte musulmán en el Siglo de las Luces.

La mezquita de Schwetzingen durante los últimos 220 años ha servido para diferentes propósitos. Fue un escenario de ópera al aire libre donde se representó “El rapto del serrallo” (1782) de Mozart, un hospital militar durante la guerra de Prusia con Francia en 1870, y una sala de reuniones para los fundadores de la Primera Academia Islámica de Alemania, un proyecto que nunca logró llevarse a cabo.

Los jardines en torno a la mezquita están llenos de plantas exóticas y cerezos japoneses. Allí se pueden encontrar también un puente chino sobre un arroyo, el templo de Apolo y una torre de estilo romano.

Desde 1970, todo el complejo del Castillo de Schwetzingen ha sido reconstruido de acuerdo con un plan de mantenimiento. Los trabajos de restauración de la mezquita comenzaron en la década de 1990 y finalizaron en 2007. El estado de Baden-Württemberg invirtió alrededor de 2,5 millones de euros en la reparación exterior de la mezquita, 6 millones de euros en la renovación de los pasillos de oración y 1,5 millones de euros para la renovación del interior y las cúpulas.

En Alemania existen otros maravillosos edificios de arquitectura islámica, como la llamada Mezquita de Potsdam, que es en realidad un complejo con una gigantesca maquinaria de vapor, el zoológico y jardín botánico de Wilhelma en Stuttgart, la Casa de Baños Árabes de Leipzig y la fábrica de tabaco Yenidze de Dresde conocida como “Una pieza de Oriente sobre el Elba”.