La “Red Ecclesia in America” ha organizado un Congreso teológico sobre la Sinodalidad en América, enfocado en promover el diálogo sobre temas de movilidad humana; ecumenismo y diálogo interreligioso; y nuevos escenarios teológicos.
El Congreso es parte de los esfuerzos de la Red para responder al deseo del Papa Francisco de una mayor colaboración entre América del Norte y del Sur. Según el sitio web de la organización, “Somos una red de teólogos latinoamericanos y ‘latinos’. Esta red quiere conectar y promover el diálogo entre teólogos de todo el continente americano, para construir una verdadera “Iglesia en América”.
Durante el Congreso, celebrado en la Universidad de San Diego en los Estados Unidos del 6 al 9 de febrero, se destacaron una amplia gama de temas de actualidad.
La hermana Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR), afirmó que la reflexión sobre los temas del Congreso es necesaria en un mundo “en el que hay ‘estructuras que asfixian y modos de proceder que niegan lo humano’”. Denunció que “se instaura el matiz nocivo de la manipulación ideológica y se utiliza el poder para controlar y encasillar, para estigmatizar y excluir”. Subrayó la necesidad de que los teólogos promuevan “una opción por los más pobres, por sus luchas y sus causas”, lo que exige “ir a lo profundo, a las raíces estructurales de la pobreza y promover oportunidades reales de desarrollo integral”.
El cardenal Leonardo Ulrich Steiner, OFM, arzobispo de Manaus, Brasil, afirmó que la sinodalidad se expresa en la misión de la Iglesia, en su acción misionera. Dijo que el proceso sinodal no ha terminado, sino que los fieles están llamados “a perseverar y profundizar este modo de ser Iglesia”, con la participación de todos, “escuchando los gritos que llevan a actitudes proféticas” y con apertura al diálogo. Entre los asistentes del Vaticano se encontraba el cardenal Michale Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DPIHD).
Hablando sobre la situación actual de los migrantes en Estados Unidos, el cardenal dijo que “cuando se criminaliza a las personas, la Iglesia no puede ceder”. Lamentó los “preocupantes movimientos en la región que criminalizan a quienes ayudan a las personas a migrar, incluidas las organizaciones católicas”. Tales movimientos, dijo, no pueden hacer que “tengamos miedo de caminar con los migrantes”. Subrayó el papel fundamental de la Iglesia de combinar la “vocación pastoral” del Buen Samaritano, con la necesidad de trabajar para poner fin a tales políticas.
Por su parte, la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, Emilce Cuda, pidió una “esperanza organizada” en las comunidades. Continuó sugiriendo el diálogo como el camino a seguir, que conduce a la elaboración de políticas inclusivas, “que garanticen mejoras sociales para todos”.
En general, el Congreso pudo promover una “conversación teológica continental que aborde las convergencias, preguntas y propuestas que surgen del camino del Pueblo de Dios en el continente”. según la página de Facebook del DPHID, siguiendo la práctica del Vaticano de considerar a las Américas como un solo continente.
Fuente: VN