el sentido de la tradicional festividad irlandesa

Una fe que no es pura espuma

Más allá del consumo de cerveza y la algarabía juvenil, la celebración de San Patricio, patrono de Irlanda, hunde sus raíces en una rica tradición religiosa y cultural. Procesión y festejo en el país.
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La infaltable cerveza, un multitudinario desfile y una escenografía pintada de verde recrean cada año el 17 de marzo el Día de San Patricio, patrono de Irlanda. En el centro de Buenos Aires, al igual que en otras ciudades del mundo, inmigrantes y nativos  celebrarán la fiesta más importante de esa nación, donde la religiosidad popular
se mezcla con una rica cultura iconográfica.
La costumbre de celebrar al santo comenzó, singularmente, fuera de Irlanda. Llevado  por los inmigrantes a Estados Unidos, el desfile que se realiza cada año por la Quinta Avenida de Nueva York convoca a 2 millones de personas y es el único que no  se traslada a los fines de semana ni se suspende por lluvia. De América volvió a Irlanda donde hoy forma parte de un festival en Dublín, su capital, que dura cinco días y  al que acuden 500 mil personas.
En Buenos Aires, se realizará este sábado la cuarta edición de esta manifestación de fe y  cultura que organizan la asociación argentino- irlandesa “Guillermo Brown” y el Gobierno de la Ciudad. Y que cuenta con el auspicio de la embajada de Irlanda.  “Nuestro pueblo es muy religioso y con una cultura llena de leyendas populares,  duendes, gnomos y hadas y por eso queremos mostrar nuestra religión y costumbres”, asegura el presidente de la asociación, Jorge Mackey. Agrega que con  todo ese bagaje también se busca “reforzar los lazos entre los dos países”.
Contento, Marckey cuenta que desde el año pasado se autorizó que en la catedral metropolitana pudiera haber una imagen del santo cada 17 de marzo. Paralelamente -destaca-, se sigue realizando ese día la tradicional procesión en Luján, que este año comenzará a las 10 de la mañana.
San Patricio, patrono de Irlanda, de los irlandeses y de sus descendientes dispersos por el mundo, era hijo de un oficial romano que a los 16 años cayó prisionero de piratas irlandeses y fue vendido como esclavo. Tras varios intentos logró huir y se convirtió en predicador del evangelio, respetando las tradiciones y costumbres de sus habitantes. A través de su aposto lado, los pueblos celtas terminaron convirtiéndose al cristianismo.
En Buenos Aires, la fiesta cívico religiosa en su honor, comenzará a las 19 con un  colorido desfile que partirá desde Arroyo y Suipacha, en el barrio de Retiro, para  finalizar en la lindera Plaza San Martín con un show de música y danzas
irlandesas. Este año también habrá un concurso de disfraces de “leprechauns” (gnomos)  y “fairies” (hadas), categorías adultos y niños, para el que se invita a participar a colegios, asociaciones y a todo el público, con la consigna de llevar algo verde.