ISLAMICOS

Una religión de actitud, felicidad y misericordia

Por: Firas Elsayer (Centro Islamico de la Rep Arg)

La fe musulmana es comprensible, fácil de aceptar y completa. No tiene secretos ni ambigüedades.
Comparte

La religión musulmana, que selló el Profeta Muhammad, el Mensajero de Dios, es una religión de rectitud, misericordia, felicidad y bondad para la humanidad. Una fe completa, comprensible, fácil de aceptar, lógica y llena de facilidades. No tiene secretos ni ambigüedades en materia de creencia. Llama a aferrarse a la fe como lee el pasaje coránico de las plegarias de Abraham y su hijo Ismael: “...y haznos sometidos a Ti, musulmanes, y de nuestra descendencia una nación sometida a Ti, musulmana”. 2:128. Y en otro momento: “...El os eligió (para que sigáis Su religión) y no os prescribió nada que no podáis cumplir. Esta es la religión monoteísta de vuestro padre Abraham, él os llamó musulmanes anteriormente y también fueron llamados así en esta (revelación), para que el Mensajero fuera testigo [de vuestras obras] y vosotros fuerais testigos ante la humanidad”. 22:78.

Alá (Dios el Altísimo) envió un noble mensajero, como lo menciona en Su Libro: “Alá ha agraciado a los creyentes enviándoles un Mensajero de entre ellos que les recita Sus preceptos, les purifica y les enseña el Libro y la sabiduría [la Sunnah]. Y por cierto que antes se encontraban en un extravío evidente”. 3:164.

Pero, ¿cómo se puede conceptualizar el Islam? El Islam es la completa entrega a Dios, tanto en credo como en obediencia. Es aceptar la perfecta unicidad de Alá y librarse de todas las formas de politeísmo e idolatría. El Islam es la religión de todo Profeta enviado por Dios al mundo. Es así como leemos en el Corán las palabras de Noé: “...y me ha sido ordenado que me cuente entre quienes se someten a El”. 10:72.

Los Profetas anteriores al Mensajero promovieron leyes que fueron parte del Islam, hasta la venida del último de los profetas, Muhammad. Una vez que llega este Profeta se cierra el Mensaje Divino. A eso se debe el compromiso que Dios tomó de sus Profetas en el origen; dice el Altísimo: “Y recordad cuando Dios concertó un pacto con cada uno de los Profetas diciéndoles Os concedo el Libro y la sabiduría, y cuando se os presente un Mensajero que confirme lo que se os haya revelado, creed en él y auxiliadle (y procurad que vuestros seguidores también cumplan este compro- miso). ¿Asumís tal compromiso? Respondieron: Estamos de acuerdo. Dijo: Entonces, sed testigos unos de otros; yo también atestiguo con vosotros. Quienes, después de este pacto vuelvan la espalda serán los descarriados. 3:81,82.

Dice Alá en su Libro: “Aquellos que siguen al Mensajero y Profeta iletrado (Muhammad), quien se encontraba mencionado en la Torá y el Evangelio, que les ordena el bien y les prohíbe el mal; les permite todo lo beneficioso y les prohíbe lo perjudicial, y les abroga los preceptos difíciles que pesaban sobre ellos (la gente del libro: judíos y cristianos); y quienes crean en él, lo secunden, defiendan y sigan la luz que le ha sido revelada (el Corán) serán quienes tengan éxito. Diles: ¡Oh, hombres! Ciertamente soy el Mensajero de Alá para todos vosotros. A El pertenece el reino de los cielos y de la Tierra; no hay más divinidad que El, da la vida y la muerte; creed pues en Alá y en Su Mensajero, el Profeta iletrado que también cree en Alá y en Sus palabras (todo lo revela- do anteriormente), y seguidle para que así os encaminéis en la Guía”.7:157,158.

Y dice en referencia a Su última Ley revelada: “Alá quiere para vosotros la facilidad, no la dificultad”, 2:175, “...y no ha puesto en la religión dificultades...”. 22:78. “Alá no carga a ninguna alma más allá de su capacidad...” 2:286. “Entonces temed a Alá como más podáis...” 64:16.

Es así como nuestro Señor Alá ha dispuesto los asuntos de esta hermosa fe del Islam con parámetros, como la opción del viajero de ayunar o no durante Ramadán, o la permisividad de juntar algunas oraciones con otras, que el enfermo o el mayor puedan rezar sentados o acostados, de acuerdo a su posibilidad, entre otras.

Además, no se contabiliza al creyente en su haber aquellas acciones realizadas por olvido, por error o coacción. Y también está prohibida la exageración en materia de religión. El Islam condena el extremismo en todo sentido, ya que va en contra del espíritu mismo de esta fe. El Islam es misericordia, no aflicción. Prohíbe la exageración aun en temas de la adoración. Sobre esta cuestión hay varios relatos en los que el Profeta Muhammad rechaza las acciones de aquellos que hacen excesos. Por ejemplo: “Alá no necesita que este hombre se castigue a sí mismo...”.

O también relatos sobre las prácticas de los actos de adoración, como opcionales, de forma moderada y saludable. Es así que en una ocasión dijo: “Quienes exageran están arruinados. Ciertamente esta religión es de facilidad; quien insista en exagerar en ella, ésta le vencerá. Actuad en mesura, obrando el bien, y tened las buenas nuevas...”