La precipitación de ceniza del volcán chileno Puyehue trajo un sinfín de problemas a numerosas zonas a ambos lados de la cordillera. Pero también despertó singulares gestos de solidaridad con los damnificados.
El padre Federico Wernicke, párroco de Nuestra Señora de los Lagos de Villa La Angostura, una de las localidades más afectadas, agradeció la ayuda recibida. Concretamente, se refirió a las donaciones en efectivo a través de la cuenta de Cáritas parroquial y al gesto de los alumnos y docentes del Instituto Pablo VI, de
Neuquén, que estuvieron tres días en la villa para “ayudarnos a sacar arena volcánica de la parroquia”.
El sacerdote dijo que mejora el suministro eléctrico y alimentario, Pero señaló que lo que queda por delante será muy duro. “Se calcula que sólo para el ejido municipal necesitaremos un millón de camiones para sacar toda la arena, y ceniza depositada en los techos, jardines y calles que en muchos casos, como en la parroquia, superó los 40 cms; eso sin contar las rutas, montañas, bosques y otros lugares aledaños”, puntualizó Wernicke.Precisó que “ahora viene el drama más difícil de solucionar: el 30 % de la población, especialmente la más humilde, ha quedado sin trabajo, porque la única industria que tenemos es el turismo y este, como comprenderán, ha desaparecidos y creemos que lo estará por un largo tiempo”. Informes sobre cómo canalizar la ayuda escribiendo al mail nslagos.vla@gmail.com